Nos agobia y preocupa el sargazo

Nos agobia y preocupa el sargazo

Si no se actúa con celeridad, el sargazo afectará el desarrollo turístico de RD

En los últimos años, las paradísiacas playas del litoral Este del país han sido afectadas por una plaga marina que amenaza con impactar en grado sumo, no solo al turismo,  sino que ha generado afectaciones ambientales, económicos y sociales, a tal grado, que la gran mayoría de bañistas no desean penetrar en el agua, ya que el aspecto desagradable y el olor peculiar a huevo podrido que desprende, desalientan hasta los más osados.  Nos referimos al sargazo.

¿Qué es el sargazo y de donde proviene?  Es una especie de algas color parduzco que no están sujetas al fondo marino, sino que flotan en la superficie del mar y que llegan a las costas de manera masiva, afectando los ecosistemas, el turismo y hasta la salud de los bañistas.  Las algas son consideradas macroalgas del género sargassum, tipo holopelágico, lo cual significa que pasan toda su vida flotando en el mar.

Originalmente se creía que provenían del Mar de los Sargazos, zona ubicada en el océano Atlántico norte muy cerca del denominado Triángulo de las Bermudas, demarcación conocida por las misteriosas desapariciones de aviones y buques que muy pocas veces han sido localizados.  Sin embargo, investigadores de los Estados Unidos de América han confirmado que las algas proceden de una nueva zona denominada Región de Recirculación del Noroesta del Ecuador, conocida por sus siglas en inglés NERR, ubicada al norte del Ecuador entre África y el Brasil.

Como consecuencia del calentamiento global, la contaminación de los océanos y el cambio de temperaturas, las corrientes de agua del Atlántico hacen que las algas sueltas se concentren en grandes cantidades y navegan hasta el Golfo de México y el Caribe, afectando las playas de la Rivera Maya, Quintana Roo, las islas de Sotavento, Barbados, Guadalupe, Martinica y Bonaire, entre otras.

La investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Marta García Sánchez, analizando el sargazo que arribaba a la costas de su país, expresó que tal vez estemos ante la posibilidad de un desastre ecológico, debido a los grandes volúmenes, llegando a concentrarse en el año 2018, alrededor de 47 mil metros cúbicos en la playa de Puerto Morelos.

En la Rivera Maya, las grandes cadenas de hoteles se unieron para tratar de formar barreras antes de que el sargazo penetrase a las playas.  El problema surgía con la eliminación de las algas en barcazas, para ser depositadas en lugares destinados para su posterior utilización.  Ahora bien, esto significaba establecer un acuerdo público/privado el cual todavía no se ha materializado.

   Los artesanos mexicanos que son grandes creadores, han considerado el sargazo como una gran oportunidad de negocio y han empezado a utilizarlo masivamente, ya sea en la manufactura de cosméticos, fertilizantes, combustibles, textiles, alimentos para ganado, cerdos y aves y hasta hábiles cocineros lo están utilizando como botana (picadera) en los bares.

    En el Puerto de Morelos, un hábil maestro de obras ha iniciado la construcción de casas a base de bloques de sargazo y ellas han probado ser térmicas, resistentes y de rápida edificación.  Las mismas están siendo adquiridas por ciudadanos de escasos recursos, que ven plasmado su sueño de tener una vivienda propia, decente y económica.

   Aunque parezca increíble, una joven está fabricando libretas a base de hojas provenientes del sargazo.  El papel lo ha llamado Sarganico y al parecer, debido a su bajo costo, tiene una gran demanda entre los hijos de personas de ingresos limitados.

   Otro que se abrazó a un proyecto sustentable, fue un fabricante de calzados de plástico, en los cuales utiliza 100 gramos de sargazo y ha comprobado que poseen bastante durabilidad.  Todos estos aprestos, han atraído a un gran número de ciudadanos que se dedican a recolectar sargazo, limpiando sin costo alguno las playas para los turistas.

    En nuestro país, el litoral Cap Cana, Punta Cana, Cabeza de Toro, Bávaro, el Cortesito, Arena Gorda y hasta Macao, los hoteleros se están preparando para construir barreras que detengan la invasión del sargazo en las orillas de la playa, que como hemos establecido anteriormente, las algas tienen un olor desagradable y también liberan ácido sulfhidríco, lo que las hace sumamente tóxicas.

   Somos de opinión, que ante la gravedad de la situación, el Ministerio de Turismo, artesanos y hasta contratistas, deberían darse una vuelta por la Rivera Maya y aprender los múltiples usos que le están dando a las algas, que, además están causando una grave distorsión a la visión de nuestras aguas turquesas, las cuales se están tornado marrones.  Si no se actúa con celeridad, la temporada playera podría ser la peor en nuestro desarrollo sostenido del turismo.

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