El multidestino es una herramienta eficaz para fortalecer la marca del Caribe, atrayendo a visitantes a la región que no se sienten estimulados a visitar un solo país
Está en una marcha, que parece irreversible, un acercamiento entre la República Dominicana y Cuba que sería de mutuo beneficio para ambos países.
Un primer paso fueron los encuentros celebrados en el país en junio de 2022, bautizados con el nombre de Expedición I y que contaron con la participación de 130 medianos y pequeños empresarios de Cuba y emprendedores dominicanos, en el primer esfuerzo del entonces naciente sector privado cubano, luego de la apertura comercial dispuesta por el Gobierno de esa isla.
Luego, en septiembre de 2023 una delegación del Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX), encabezada por el canciller Roberto Álvarez, concluyó su visita oficial a la República de Cuba, donde sostuvo reuniones y visitas de trabajo que sirvieron a ambos países para identificar proyectos de cooperación bilateral, intercambio comercial y otros tipos de colaboración, en beneficio de ambos pueblos.
La visita oficial de la misión de la Cancillería fue la antesala a una visita que hizo el presidente Luis Abinader a Cuba en ese mismo mes para participar en la asamblea del Grupo de los 77 y China.
Y ahora se acaba de producir la visita a Cuba del ministro de Turismo, David Collado, para participar en la 69 edición de la reunión de la Comisión Regional para las Américas de ONU Turismo, donde abogó por un trabajo conjunto de las naciones de la región para potenciar el sector turístico.
La visita de Collado fue aprovechada por el ministro de Turismo cubano, Juan Carlos García Granda, para informar que le ha entregado a la República Dominicana una propuesta para explorar oportunidades del turismo multidestino, así como intercambiar experiencias en el ámbito de capacitación de personal de la industria turística.
La idea del multidestino entre República Dominicana y Cuba, así como con los demás países del Caribe, es vieja y sus beneficios han sido estudiados y están comprobados.
Lo primero es que el multidestino constituye una herramienta eficaz para fortalecer la marca del Caribe, atrayendo a visitantes a la región que no se sienten estimulados a visitar un solo país, en especial cuando se trata de mercados de oferta lejanos que desean aprovechar al máximo el viaje.
Sería de mutuo beneficio que Cuba y República Dominicana constituyan un multidestino turístico que ofrezca a sus visitantes los atractivos de ambos destinos, de modo que quienes vayan a Cuba a disfrutar sus atractivos puedan tener la opción de visitar destinos dominicanos, y viceversa.
De esta manera República Dominicana y Cuba podrían llegar a acuerdos con emisores europeos, asiáticos y de otras regiones lejanas para facilitar que una vez que los viajeros lleguen a cualquier de los dos países, tras un largo viaje y con el propósito de extender su estancia a diez o quince días, no le resulte complicado dedicar una parte de ese tiempo a conocer un segundo destino de la región y ampliar su disfrute y conocimiento.
Esto, además, fortalecería la conectividad área ante una mayor demanda de vuelos interregionales.
Igual de beneficioso sería el multidestino para los turistas que llegan en cruceros, que pueden sentirse atraídos para aprovechar parte del tiempo de que dispondrían para visitar un segundo destino por otra vía.
De manera que el multidestino es el mejor de los dos mundos para todos, para la industria, que crece de manera sostenida, para los países receptores, que alcanzar mayor desarrollo, y para los viajantes, que pueden leer más páginas del libro en el que convertimos al mundo.