Nos mienten…

Nos mienten…

Las gestiones, tratativas, triquiñuelas, trampas, uso del sinfín  de ebanistería y la colocación de puntillas y grapas, están a la orden del día en la precampaña que se pelea dentro del Partido de la Liberación Dominicana.

La práctica de imitar al conocido personaje de la tira cómica argentina, don Fulgencio, está a la orden del día. Don Fulgencio era un hombre que actuaba y hablaba de una manera pero pensaba de otra, y en el pensamiento era donde se leía la realidad.  

La hipocresía salió del  pote y, como el genio de la lámpara, ha puesto la situación tan difícil que difícilmente dos precandidatos se abracen, pues temen que el otro tenga un filoso puñal para guardarlo en las espaldas del contrario.

Realmente Leonel Fernández ha destapado la caja de Pandora y de su interior han salido todas las bajas artes de que somos capaces los hombres, especialmente cuando se busca el poder con fines inconfesables.

Ellos mismos se ocupan de recordar las acciones que los descalifican, que los desacreditan.

¿Quién puede olvidar que el uso de fondos públicos con fines ilegales, inmorales y anti democráticos ha sido una práctica tradicional  en el ejercicio político del Partido de la Liberación Dominicana?

¿Alguien desconoce la amarga declaración de Danilo Medina cuando dijo que había sido derrotado por ¿el Estado? o dijo por el gobierno? Que no es lo mismo. Sí, fue derrotado con fondos del Estado.

¿Y por qué sabía Danilo Medina que Leonel Fernández empleó fondos públicos para la campaña en la cual Medina disputó a Fernández la Presidencia de la República? Porque fue las dos manos de Leonel en el período 1996-2000 y era cómplice de las diabluras que permitieron que un importante porcentaje del Comité Central y del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana diera el salto de paupérrimo a tutumpote.

Recordemos que luego de salir del poder quedaron con oficinas, negocios y bienes que les permitieron vivir como ricos hasta que retornaron al gobierno ¡y ahora sí tienen dinero mal habido!

Han demostrado que carecen de sentido moral y actúan sin ningún freno.

El poder ha sido un medio para beneficiarse personalmente,  ahí están los escándalos de los cuales son actores principales y sin que les importen las denuncias públicas, se atreven de desgarrarse las vestiduras y proclamar inocencia y honestidad.

El pastel ha sido tan sabroso y ha beneficiado a tantos, que ahora seis ó siete se disputan la posibilidad de repartirlo.

Quien los ve con sus caritas de yo-no-fui…

Nos mienten, saben que nos mienten, pero no nos engañan, como dijo Hipólito Mejía en su discurso del domingo 8.

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