¿Nos quedaremos sin agua?

¿Nos quedaremos sin agua?

El proyecto de presa del río Haina denominado Madrigal fue elaborado hace casi 30 años por la Boyle Engineering, empresa que para mostrar su acuerdo con la construcción trató de sorprender al Gobierno y al pueblo dominicano haciéndoles creer que era un proyecto magnífico, tan grandioso y beneficioso que su embalse acumularía “más agua que la de todos los embalses juntos realizables en el río Nizao” maliciosa comparación que no cuenta con nada positivo y no tiene valor práctico alguno.

Una agencia canadiense ofreció donar dos millones de dólares para un estudio de Impacto ambiental mientras con la Agencia de Desarrollo Canadiense se negociaba un préstamo de 150 (ciento cincuenta) millones de dólares para la construcción de Madrigal.

Pero es inútil o por lo menos innecesaria la inversión de los dos millones en estudios y si llevar a cabo el proyecto costaría 5 ó 6 veces más que 150 millones ¿Quién o quienes pondrán la diferencia?

En realidad el Madrigal de la Boyle carece en absoluto de pros y abunda generosa y peligrosamente en contras. Es un proyecto que puede catalogarse de criminal, lesivo a intereses vitales de la República en lo social y en lo ecológico y económicamente imposible, tal como lo describiéramos en artículos publicados en el periódico HOY el lunes 25 de septiembre del 2000, titulado “Haina sí, Madrigal no”; el 5 de abril del 2002 con el título “¿Cómo, Madrigal otra vez?”; el 4 de octubre del 2003 con el título: ¿Presa de Madrigal o ausencia de criterio?; en marzo 12 de 2006 “Madrigal, absurdo y perjudicial proyecto” y el día 3 de noviembre del 2010 “¿Agua desde Hatillo para el Gran SD?”

Copiamos a continuación algunos párrafos ilustrativos del contenido de esos artículos:

“…Haina sí, porque Haina es la fuente idónea para el acueducto de Santo Domingo, con una presa en el Coco de Pedro Brand, en el mismo sitio donde fue construido el Dique de Ochoa, que es la obra de derivación del Canal de Riego del Haina”.

“…Madrigal no, porque:

a) Es una obra extravagante, sumamente costosa social, económica y ecológicamente.

b) Inoperante por errores fundamentales en su concepción y diseño.

c) Obra proyectada hace casi 30 años como presa de 96 metros de altura, a ser realizada en dos etapas a través de 15 años, a un costo de US$400 millones de dólares, que a la fecha es definitivamente incosteable.

d) Con un hipertrofiado embalse de 400 millones de metros cúbicos, con 14 kilómetros de largo y 3 kilómetros promedios de ancho, que inundaría 64 mil tareas (40 millones de metros cuadrados de terreno) de agricultura, de incuantificable valor.

e) Destruiría por inundación 14 kilómetros de la carretera de Medina y 9 kilómetros de la Autopista Duarte, con la consecuente desaparición de una docena de pueblos, verdaderas ciudades, con millares de habitantes que tienen allí su hábitat y su sustento, como Ochoa, Los Algarrobos, Loma Sucia, Cataño, El Catalán, La Rosa, La Cuchilla, San Miguel, Lomas Lindas, Hato Viejo, Caobal, Madrigal, etc., llegando a los suburbios de Villa Altagracia… ”.

“La solución adecuada, como anteriormente se mencionó, es la de una presa en el mismo sitio donde está construido el Dique de Ochoa de derivación para el Canal de Haina, con una altura de 50 metros, un almacenaje superior a los 100 millones de m3, una superficie inundada de apenas 10 mil tareas y una regulación de 8 m3/segundo. Debido a lo reducido del área de embalse, los daños a los poblados, a la agricultura y a la carretera de Medina serían menores y no tocaría la Autopista Duarte. Vale la pena destacar sus múltiples cualidades por comparación con las de Madrigal.

a) El costo de Haina en Ochoa sería de unos US$100 millones en vez de los inestimables de Madrigal.

b) La posible total ejecución en menos de cuatro años, en lugar de los 15 años de Madrigal.

e) La misma regulación y aprovechamiento de 8 m3/segundo.

d) La producción de unos 2,400 KW potencia o 20 millones de KWH/año, no contemplados en Madrigal.

e) Los daños a la agricultura y la reubicación de familias son mínimos. Con Madrigal no hay con qué pagar los incalculables daños.

f) La cuenca afluente de 400 Km2 no aporta el volumen de agua necesario  para llenar los 400 millones de m3 del embalse, por lo que Madrigal no se llenaría nunca, no podría servir agua por gravedad.

Haina y Ozama sí, pero Madrigal y Hatillo no, y tener en cuenta que antes de iniciar cualquier obra que aporte nuevos caudales acuíferos, habría que hacer la determinación pitométrica de las cuantiosas pérdidas de agua, más del 50%, por filtraciones, debido al mal estado de las tuberías de la red del acueducto. El comienzo de la solución del problema, es la reducción al mínimo de las filtraciones por reparación o sustitución de las tuberías.

Colofón:

Quizás sea prudente terminar haciendo la aclaración de que el agua no está entre las necesidades prioritarias de una nación, sino que ella es única, la prioridad sin paralelo, la existencia misma de la vida animal y vegetal y por ende ¿permitiremos que nos dejen sin agua por ausencia de criterio?

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