Nos quieren atajar

Nos quieren atajar

Miguel Vargas Maldonado da un rotundo y claro mentís al supuesto proceder incorrecto con relación a la Candidatura de Hipólito Mejía, representante del Partido Revolucionario Dominicano para las elecciones presidenciales del 20 de mayo próximo.

Los políticos tienen asesores, técnicos, consultores y, especialmente, los políticos tienen una agenda que nada tiene que ver con la agenda de los demás.

El día del natalicio 199 de Juan Pablo Duarte, Miguel Vargas Maldonado, a nombre del Partido Revolucionario Dominicano que preside, envió un documento a la Junta Central Electoral donde reclama la posición número 1 en la boleta electoral de las próximas elecciones. Para adoptar esa decisión, tanto el Partido Revolucionario Dominicano, por intermedio de su presidente Miguel Vargas Maldonado, como el Comando Nacional de Campaña, cuya Candidatura Presidencial reposa sobre los hombros de Hipólito Mejía, actuaron de consuno.

Habrá que ver, porque todo se sabe mejor temprano que tarde, de dónde salen tantos francotiradores de la fauna política corrupta, para insistir en una división del Partido Revolucionario Dominicano que, hasta ahora, sólo forma parte de la agenda de enfebrecidos agentes que tirotean constantemente al partido que se perfila como ganador de las elecciones del 20 de mayo próximo.

En la política intervienen quienes intervienen y los profetas vendidos al peor postor, a quienes sólo les interesa el dinero mal habido y jugar al desastre sin darse cuenta de que cuando el barco hace agua, y es imposible carenarlo, nadie sabe quién se salva ni quién se hunde con la nave, como los marineros de Neruda que un día se acuestan con la muerte en el fondo del mar. Permanentemente los francotiradores preguntan a Hipólito Mejía si habrá una reunión con Miguel Vargas Maldonado pero nunca preguntan a Leonel Fernández porqué ni para quién realiza caravanas, regalos con dineros del erario y toda suerte de actividades de campaña sin la presencia del proclamado candidato presidencial de su partido. Hay una campañita rastrera que busca forzar la división del Partido Revolucionario Dominicano, campaña que se lee en titulares de prensa escrita, en espacios radiales y en noticiarios de televisión.

Incluso gente de dentro se confunde y, aunque actúa de buena fe, afila cuchillo para su propia garganta porque la no integración del Partido Revolucionario Dominicano sólo favorece a los contrarios. ¿O acaso hay quien lo dude? El jueguito es urticante, desagradable. Es un jueguito que ejecutan enemigos del futuro, asesinos de la esperanza.

Esos profetas del desastre maquinan, piensan, actúan, trabajan, engañan, chismean, inventan porque tienen como norte intentar atajar la victoria pero no lograrán detener la marcha de Hipólito Mejía, Miguel Vargas Maldonado y el PRD.

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