Nostalgia y fe en Dios a la espera del 2004

Nostalgia y fe en Dios a la espera del 2004

Faltan muy pocas horas. El año 2004 “amenaza” con llegar, tras un cañonazo, que cada vez se escucha menos. La celebración, la euforia y las metas, abrazadas de esperanza, están matizadas por un creciente descalabro económico que tiene a Quisqueya en la mira del mundo… Y ya no por su merengue.

ROSTROS contactó a dos damas dominicanas; una de ellas es Mirna Pichardo, una destacada conductora de televisión y Arelis Cruz de Estrella, esposa del candidato presidencial del Partido Reformista Social Cristiano. Ambas cuentan como esperarán la llegada del nuevo año. ¿Qué harán?, ¿qué esperan?, ¿qué temen?…

[b]Arelis Cruz de Estrella: “Debemos confiar en Dios, pues el mal del fracaso es el temor”[/b]

Aunque es esposa de un candidato político, postulado a la presidencia del país, su exaltación principal es para Dios. Quizás sea por eso que cuando Arelis Cruz de Estrella habla, transmite paz.

Con voz pausada y modales intachables, la dama se refiere a la fiesta de fin de año, como un evento sumamente importante entre sus familiares y amigos, ya que logra reunir entre 60 y 70 personas, en la casa de la hermana de su esposo, en la ciudad de Santiago de los Caballeros.

Este año, como los anteriores, las 12 uvas, la champaña y las oraciones de gracia, van de orden.

“Los pastelitos de pollo de mami, no se quedan. De hecho son famosos. Además del jabalí, el ovejo y el pastel de Navidad que engalanan nuestra mesa”, afirmó con entusiasmo.

Arelis está consiente de lo afortunada que es, por eso, tanto ella como su familia dan gracias a Dios por la oportunidad de compartir todos juntos, a sabiendas de que es la época más linda del año.

La esposa de Eduardo Estrella, es sin duda una mujer de fe, y lo demuestra cuando dice que “La situación es difícil y la gente tiene miedo, pero el pueblo dominicano debe aferrarse a Dios. Sólo Él sabe lo que nos conviene”.

En cuanto a sus metas para el 2004, ya las tiene pensadas y hasta clasificadas.

“Como madre, quiero seguir guiando a mis hijos en sus labores extra curriculares y como esposa pretendo continuar apoyando a mi marido en su aspiración de dirigir el país”, concluyó con determinación.

[b]Mirna Pichardo espera el año con nostalgia[/b]

“Pienso que en las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, la gente no debe hacer gastos, ya que el país pasa por una situación muy difícil. Creo que mientras más sencilla mejor”

Fue franca y sincera. Tanto, que le brillaban los ojos ante cada recuerdo contado. Y es que, para Mirna Pichardo, comunicadora audaz y versátil, diciembre es un mes de mucha nostalgia.

¿Cómo no serlo?, si pasó tiempos difíciles junto a su madre, luego del divorcio de sus padres y la pérdida de su progenitor cuando tenía apenas 16 años.

“Los recuerdos que conservo de mi primera Navidad al lado de mi familia son vagos, porque mis tías paternas se fueron a vivir a Estados Unidos. Mi padre se quedó en el país, y las reuniones de diciembre las hacíamos con mis abuelos”, afirmó.

Pero, aún así, no todo es tristeza, pues también conserva recuerdos bonitos de su juventud, cuando después de la cena, se iba al Malecón con sus amigas a esperar el primer día de enero.

Mirna, como esposa y madre, considera que esta época es una de las más bonitas, y asegura que comenzó a transmitir esos valores a sus hijos desde que estaba embarazada.

Al referirse a las reuniones que realizan entre familias dijo que el 25 de diciembre es la ocasión más grata, momento en el que se reúne con los hijos de su esposo César Medina, sus hermanas, madre e hijos.

“Durante esta celebración intercambiamos regalos, ideas y hacemos una deliciosa comida. Te aseguro que pasamos un momento muy agradable”, dijo.

En cuanto a la cena explicó que su madre, su abuela materna de 87 años y ella elaboran un menú compuesto por una pierna horneada, ensaladas de papas, de frutas, y mixta, así como las famosas comidas del Líbano que nunca se quedan, ya que su abuela es de ese país.

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