En medio de una crisis de deuda en la Unión Europea, con una desaceleración de la economía de los Estados Unidos e incluso de las naciones que hasta ahora no habían sufrido el impacto de la crisis, como es el caso de Brasil, resulta que la economía de la RD creció en el 2011 por encima del promedio de la región y además el sector externo presentó un favorable comportamiento con todos los sectores generadores de divisas en crecimiento. 

Las estimaciones preliminares apuntan para este 2012 un crecimiento de la economía en 4.5%, en un escenario mundial donde las estimaciones de crecimiento de los EU será de 1.5%; la UE en 1.6%; América Latina y el Caribe en promedio 4.3% (solo ocho de treinta y tres países, de acuerdo a la CEPAL, nos van a superar en crecimiento); mientras la inflación, a pesar del choque de los precios del petróleo, muy cercana al 7.5%, con estabilidad relativa del tipo de cambio.

Las proyecciones indican que los sectores de mayor crecimiento en 2011 fueron la minería, zonas francas, sector agropecuario, manufactura local, hoteles, bares y restaurantes, sector financiero y el comercio. Lo más importante es que en medio de una desaceleración global, el sector externo del país haya tenido uno de sus mejores años, con las exportaciones nacionales superando los US$3,600 millones, para un crecimiento de 44%; las zonas francas continuando su recuperación con un aumento de 19.2%; el turismo en 3.5%; y las remesas en 6.9%.

La inversión extranjera directa será mayor a los US$2,300 millones, lo cual nos coloca como el principal país receptor de IED frente a nuestros socios comerciales de América Central y solo superados por ocho países de la región.

Las importaciones nacionales aumentaron en 12.8%; el déficit en cuenta corriente estará en el entorno del  7.9% del PIB (menor al 2010, que fue 8.6% del PIB) y el peso de un petróleo más caro se reflejó en que el monto de la factura petrolera es mayor al déficit en cuenta corriente. La cuenta capital y financiera fue superavitaria en más de US$4,300 millones; sin embargo el resultado de la balanza de pagos fue negativo en un entorno cercano a los US$260 millones.

En cuanto a las metas monetarias del programa con el FMI, el BC cumplió con holgura el monto de las reservas internacionales netas, los activos internos netos y cerró el 2011 con un récord en materia de reservas brutas que superaron los US$4,100 millones.

Esos resultados no implican que estemos en un paraíso; el país tiene una diversidad de problemas y con muchos retos por delante; sin embargo,  debemos sentirnos orgullosos de los logros macro-económicos y sociales y de contar con autoridades, que en medio de las condiciones globales más adversas desde la gran depresión del 1929, hayan podido preservar el crecimiento con estabilidad.

Con la experiencia y el buen desempeño de este gobierno, no cabe dudas de que este escenario será preservado en la recta final de este periodo; el gran reto de los dominicanos y las dominicanas para el próximo año es elegir el 20 de mayo un Presidente con la capacidad para preservar este clima, es decir continuar lo que está bien, probablemente en un escenario global más agravado que en el 2011. Y el único candidato que en estos momentos reúne la mesura, la capacidad, la confianza de los agentes económicos y el apoyo de una organización monolítica, para timonear la nave del Estado por mares turbulentos, es sin lugar a dudas Danilo Medina.