Notable recuperación económica

Notable recuperación económica

FABIO R. HERRERA-MINIÑO
Los fríos números, que ofreció la CEPAL en días recientes, destacan el notable comportamiento de la economía dominicana sobre las demás del hemisferio mesoamericano y austral, dando a entender que en los pasados doce meses aquí se produjo un milagro económico que habla muy bien de la capacidad de quienes tienen el coraje de llevarlo a cabo y sostener severos programas de austeridad que a todos afectó.

No hay dudas que las medidas implementadas por el Banco Central desde el 16 de agosto del 2004, han dado sus frutos, y presionados por las exigencias del FMI, se pudo lograr lo que todos creían tardarían varios años en resolverlo, destacándose de como la inflación ha terminado por debajo del 9%, que las reservas brutas superaron los $1,800 millones de dólares y que la tasa de cambio disminuyó en más de un 40% a la que era en julio del pasado año y se registró un crecimiento por encima del 9%.

Destacar el manejo notable de la recuperación económica, en un gobierno tan sectario como el del PLD, es una tarea curiosa y hasta delicada cuando tanto el Banco Central, sus autoridades y el mismo FMI tropiezan de frente con las tretas que aplican las autoridades para elevar exageradamente la empleomanía, como la del servicio exterior con el nombramiento de decenas de cónsules en New York y Miami, que ni siquiera han sido aprobados por el Departamento de Estado, o que se hayan nombrado una cantidad notable de inspectores de la presidencia, asesores y otras lindezas burocráticas en los pueblos, para cumplir con el compromiso, aún mínimamente, de quienes trabajaron en la campaña triunfante del actual presidente de la República.

Así mismo, se destacan las retribuciones más notables a quienes aportaron fabulosas sumas de dinero a la campaña. Se han visto retribuidos con cargos y contratos de enormes montos, para los cuales, el dinero de pago de las ubicaciones siempre está a tiempo, mientras hay otros contratistas que han tenido que suspender los trabajos, ya que si recibieron apenas el avance, del cual tuvieron que desprenderse para pagar comisiones, no han recibido pagos por los trabajos realizados.

La gente se ha quejado durante el año de que todo está más caro. En verdad hay muchos artículos, especialmente los agrícolas que han subido de precio y da la impresión que la canasta familiar no ha bajado de precios; se nota de como la misma se ha aumentado en su costo en más de un 33%. Sin embargo los materiales de construcción en este fin de año han experimentado un desplome asombroso cuando ya el acero estructural cuesta menos de $1,000 el quintal y el cemento se cotiza por debajo de los $100 la funda. Tan solo los agregados son más caros debido al costo del gasoil que afecta el traslado desde las minas a los centros de consumo.

La economía se encuentra en un saludable estado y se espera que las autoridades no se aloquen, ya fuera por las cercanas elecciones con la aplicación de medidas más radicales de buscar el dinero, que supuestamente dejarán de percibir por el desmonte arancelario impuesto por la entrada en vigencia del CAFTA-DR, cosa que hábilmente se ha pospuesto hasta julio y que los países centroamericanos cumplan con los requisitos establecidos por el acuerdo con los Estados Unidos. Aquí, como siempre, proclamamos que todo estaba listo, aún cuando agonice la agricultura, las autoridades vean mermar sus comisiones por contratos o compras cuando todo tenga que realizarse por concurso, ya no habrá brecha para el grado a grado, que tantos políticos han salido ricos de sus cargos y ahora pueden darse el lujo de financiar campañas, o promoverse para otros cargos, en una acelerada campaña de gastos que a todo el mundo tiene sorprendidos por la magnitud de las inversiones y no se les conocían fortunas o prósperas empresas.

El país ha avanzado. Hasta el gobierno se permite ciertas aventuras en inversiones muy riesgosas, en donde la que se realiza con el metro, que si bien es necesario ahora, conlleva un ingrediente que podría afectar las demás inversiones nacionales, pero al menos se ha procedido correctamente en cuando a buscar soluciones al caos del transporte, y más que en estos días se notan las dificultades que todos padecemos a toda hora.

De todas maneras, la economía ha tenido el mejor año desde aquel de 1967, posterior a la revolución de abril de 1965, cuando hubo meses en que era la OEA que pagaba los sueldos de los empleados públicos y el AID aportaba para las obras de capital. Luego, desde el 2000, la desastrosa administración del PRD, nos sumergió en algo peor a lo de 1965 y era imposible predecir que la recuperación se produciría en tan poco tiempo.

Casi ya no se recuerda la existencia de un déficit quasi fiscal en vías de domesticarlo, gracias a las medidas que se han implementado con el programa que lleva a cabo el Banco Central a través del COPRA. 

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