POR UBALDO GUZMAN MOLINA
La única forma de sobrevivir de la prensa escrita radica en la calidad, la cual se logra a través de una formación permanente, afirmó ayer el ex director de El País y director de la Escuela de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el español Joaquín Estefanía.

“Si no tenemos calidad, es decir, si no damos valor añadido a las informaciones que hacemos, mucha gente no va a comprar el periódico, sino que se quedará en la red o va a leer cualquier blog”, sostuvo el periodista al ser entrevistado en este diario.

A su juicio, los propietarios de los medios de comunicación tienen el deber de proporcionar a los periodistas formación permanente.

Estefanía sostuvo que la información de la prensa escrita debe ser diferente de la de otros medios de comunicación mucho más ligeros, porque eso significa que la noticia contextualiza bien lo que está ocurriendo.

Señaló que la calidad es un elemento imprescindible en el periodismo tradicional, de lo contrario muchos jóvenes no lo leerán.

“¿Por qué van a pagar un dinero para comprar un periódico? Porque le da una información bien escrita y de buena calidad”, añadió.

Estefanía afirmó que el cambio más trascendental del periodismo ha sido la sobrecarga de información en todas partes.

“La prensa en este momento está pasando de ser un instrumento para dar la información a ser un instrumento para contextualizar la información, para que la gente, leyendo la prensa, entienda la información que se le da en otro sitio.

La prensa ha dejado de ser una proveedora de noticias básicamente a una contextualizadora o explicadora de noticias”, comentó.

Periódicos gratuitos

Estefanía considera que el periódico gratuito seguirá existiendo, pero será subsidiario de los medios digitales. Puso como ejemplo que los periódicos gratuitos hacen sus páginas digitales.

“Yo creo que los periódicos gratuitos lo que han hecho es quitar una gran capacidad de crecimiento al periódico tradicional de pago”.

Comentó que una década atrás los periódicos escritos tenían el monopolio, casi, de la información, pero desde hace poco tiempo se convive con muchos fenómenos paralelos, como la prensa gratuita, el periodismo digital de los propios medios y los “blogs”.

Con motivo de estos cambios, la prensa escrita será menos ligera y más profunda, por lo que “el nicho que le queda a la prensa escrita es ser más profunda que el resto, tener trabajos más largos”, dijo.

Es contrario a los experimentos actuales de que la prensa sea más ligera y con piezas más cortas porque el sello de identidad de la prensa escrita, consideró, serán los trabajos más largos, que cueste un poco leerlos, bien escritos y especializados.

El ex director de El País, quien vino invitado por la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), dijo que el periodismo digital ha roto la concentración de medios, pues para tener un “blog” sólo basta tener acceso a Internet.

“De alguna manera, el periodismo digital rompe la tendencia a la concentración de medios, pues están apareciendo centenares de miles de blogs que informan de lo que está ocurriendo. Eso no significa que tengan la misma incidencia en la opinión pública que los grandes conglomerados”, señaló.

Estefanía dijo que los periódicos buscan desesperadamente un modelo de transición, debido a la pujanza en los últimos meses del periodismo digital, “sin saber todavía cuánto tiempo nos va a costar ni cómo vamos a hacerlo”.

Y el periodismo tradicional tendría que especializarse, pues el periodismo escrito seguirá existiendo y quedará para las élites, es decir para las personas que quieren profundizar en los temas.

Indicó que cada vez más la mayor parte de la gente se informa a través del periodismo digital.

Estefanía expresó que los periódicos estadounidenses, europeos y latinoamericanos buscan la forma de cómo adecuarse al nuevo modelo, pero aún “sin saber darle soluciones definitivas”.

Planteó que un periodista primero tenga carrera universitaria, como derecho, arquitectura o economía, y luego estudie periodismo.

Puso como ejemplo que el director actual de El País, Javier Moreno, es un químico, quien abandonó la profesión para estudiar en la escuela de periodismo. Sólo duró quince años para llegar al cargo.