Novela sobre Neruda encantó a Yaqui

Novela sobre Neruda encantó a Yaqui

POR MANUEL EDUARDO SOTO
Mi amistad con el presentador de televisión y mil cosas más, Yaqui Núnez del Risco, se inició hace dos décadas, pero se reforzó a través de nuestro gusto por la literatura y el idioma español. Siempre que nos veíamos –ya fuera en Nueva York, Miami, Santo Domingo, Madrid o Lisboa– la conversación terminaba en los libros de moda y en las palabras que encontrábamos mal empleadas en publicaciones dominicanas o de otros países.

“Mi objetivo es culturizar al pueblo dominicano a través de los medios a mi alcance, pero en forma entretenida, no aburriéndolo”, me dijo una vez, como adelanto a lo que luego popularizaría en sus programas en su instructivo segmento  “Cultura con sabrosura”, el que incluso utiliza actualmente en su nuevo programa nocturno, “En resumidas cuentas”, que transmite Telecentro de lunes a viernes, de 10:30 a 12 de la noche.

Desde el principio hubo un intercambio espontáneo de libros entre nosotros, destacándose en especial “Ardiente paciencia”, una novela que había escrito Antonio Skármeta, quien había sido profesor mío en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile en la década del 60.

A Yaqui le gustó tanto la novelización de la relación ficticia del premio Nóbel chileno Pablo Neruda –que este año ha sido objeto de innumerables homenajes con motivo del centenario de su nacimiento– y su cartero en el pueblo costero de Isla Negra, 120 kilómetros al este de Santiago, la capital del país sudamericano, que siempre que lo encontraba en alguna librería dominicana o del extranjero lo compraba y se lo regalaba a algún amigo o amiga.

En el libro, el cartero enamora a la sobrina de la dueña de la hostería del pueblo playero usando metáforas de los poemas de Neruda. Por supuesto que la muchacha provinciana se volvió loca cuando su pretendiente le dijo que “tu sonrisa se extiende como una mariposa en tu rostro”, por lo que pronto quedó encinta y su tía quedó furiosa, a tal punto que fue donde el propio autor de los poemas para protestar por las embarazosas consecuencias. “Yo se los escribí a Matilde”, le explica ingenuamente el vate, refiriéndose a su compañera de entonces, Matilde Urrutia, quien sería su esposa en el momento de su muerte, en septiembre de 1973, tras el golpe militar encabezado por el general Augusto Pinochet.

La novela está llena de humor, lo que hizo que Yaqui la leyera varias veces y se muriera de la risa cada una de ellas. Cuenta el “maestro” de la televisión y los otros medios que coincidió en un vuelo de Nueva York a Santo Domingo con el diseñador de fama mundial Oscar de la Renta, el que curioso le preguntó qué era lo que le provocaba las carcajadas que estaban rompiendo la tranquilidad característica de la primera clase.

“Es que estoy leyendo un libro que me regaló un amigo, el periodista chileno Manuel Eduardo Soto, y está tan bien escrito y con tanto humor que no puedo más que reírme a mandíbula suelta”, le respondió Yaqui. Al concluir el viaje, y ante el interés despertado por el modisto dominicano, Yaqui le regaló el libro. Total, él lo compraría de nuevo más adelante en alguno de sus constantes viajes por el mundo.

“Ardiente paciencia” –que fue la frase del francés Rimbaud que citó Neruda en el discurso que pronunció en Estocolmo en diciembre de 1971, cuando recibió el Premio Nobel de Literatura– salió al mercado en 1986 y fue llevado rápidamente a la televisión alemana en un telefilme muy fiel a su texto protagonizado por actores chilenos exiliados del régimen militar. Roberto Parada encarnó al laureado poeta, y la bella y sensual Marcela Osorio hizo el papel de la sensual y coqueta sobrina, Beatriz González.

Yo la vi originalmente en la televisión de Nueva York y más tarde tuve oportunidad de verla en pantalla grande en un cine de un lejano suburbio de París (en la foto poso a la entrada junto al afiche oficial del filme), hasta donde llegué tras tomar varias combinaciones del Metro y actualmente tengo una copia en mi videoteca personal.

Fue tan amplio el éxito de “Ardiente paciencia” –tanto en su forma de novela como el telefilme– que en 1994 fue llevado por Hollywood al cine como una superproducción titulada “Il Postino” o “El cartero de Neruda”, bajo la dirección del británico Michael Radford y con el actor francés Philippe Noiret en el papel de Neruda y el italiano Massimo Troisi al cartero enamorado, Mario Jiménez. La despampanante Maria Grazia Cucinotta se encargó de representar magistralmente a Beatriz. Como sucede por lo general con la maquinaria publicitaria de Hollywood, pronto fue relanzado el libro de Skármeta para reforzar a la película, pero con el nuevo título de “El cartero de Neruda”, que es como se encuentra actualmente en las librerías de República Dominicana y del resto del mundo, y con Troisi en la tapa.

———-

*El autor es periodista chileno, de larga trayectoria internacional, desde hace poco residente en el país.

Publicaciones Relacionadas