Lily Luciano 
“El amor en los tiempos de cólera”, de Gabriel García Márquez, donde Fermina Daza ve morir en sus brazos el hombre que ama, es unas de las obras que ha romantizado el amor y que al día de hoy sigue inspirando a jóvenes y adultos, especialmente en estos días, cuando miles de parejas pasan por la difícil prueba de vivir la cuarentena del coronavirus por separado.
Muchos suplen los gestos físicos con chats y llamadas, regulares o de vídeo, mientras cumplen el aislamiento. A sabiendas de que una relación de pareja se apoya en un triángulo compuesto por tres componentes primarios: la intimidad, la pasión y el compromiso, tratan de mantener vivo ese sentimiento llamado amor, que produce que el corazón lata más deprisa, la presión arterial aumente y se sientan cientos de mariposas en el estómago.
Cuando Jorge se separó de Camila el pasado 8 de marzo no sabía que sería el último adiós en varias semanas. Él estaba en Europa y, al regresar a la República Dominicana, se sometió al protocolo de aislamiento. Luego el país entró cuarentena, lo que los ha obligado a permanecer por tiempo indefinido separados por primera vez en seis años y medio de noviazgo.
“Ahora valoramos más el tiempo juntos; estar encerrados nos ha enseñado a soñar juntos; tenemos muchas ganas de volver a vernos, abrazarnos, y ya hemos planeado algunos viajes en el futuro”, cuenta Camila.
Ismel, quien recibió su cumpleaños -el pasado 29 de marzo- encerrada en casa pues la pandemia cambió sus planes de celebración, cuenta que su novio, César Ramiro, con quien lleva cuatro años en una relación que define como madura y estable, no quiso dejar pasar su gran día y junto a sus mejores amigos le hizo un hermoso vídeo con el cual le dejó muy claro que su amor es más fuerte que las adversidades y la distancia.
“Nuestra relación no ha cambiado, solo que por el momento no podemos vernos, pero la comunicación sigue siendo igual, ya nos conocemos bastante y por la cuarentena no hay muchas novedades. Lo extraño, pero me hace reír mucho por videollamadas y también hacemos conferencias con nuestros amigos”, cuenta Ismel, quien agrega que está muy orgullosa de que ambos estén respetando el aislamiento porque saben que es lo mejor para los dos y para sus respectivas familias.
Un día todo les cambió. En seis años, Alejandra y Edibert han construido una dinámica que incluye verse varias veces a la semana después del trabajo pero ahora están sujetos a conversaciones por WhatsApp y videollamadas. Aun así, la relación ha experimentado cambios poco favorables en cuanto a la comunicación, al menos es lo que siente una de las partes.
Pero existe entre los novios un lazo fuerte que la pandemia no ha podido desatar, se extrañan bastante y ya que no pudieron realizar el viaje a Puerto Plata que habían planificado para Semana Santa, no aguantaron las ganas verse, aunque sea de lejos.
“Hemos sentido ansiedad de vernos. Incluso vino (Edibert) en una ocasión a verme de lejos sin bajarse del auto”, cuenta Alejandra, quien le manda un mensaje a los que hoy se aman, estén o no separados por la pandemia: “el amor es una parte sensible que hay que cuidar para que pueda durar”.
Cómo lo ven los adolescentes. Una jovencita de 18 años no puede disimular sus sentimientos de nostalgia y todas las conversaciones terminan en ella. Es el caso de Sara Kimi, a pesar de su corta edad, su noviazgo con Frank ya pasa el año y aunque es un amor de la adolescencia está consciente de que la distancia en estos momentos es vital para poder reencontrarse.
“Esta distancia me ha afectado más a mí, pues soy muy afectiva y más extrovertida pero en estos momentos Frank se ha encargado de hacerse sentir cerca de mí para que yo no sienta tanto la falta que él sabe que me está haciendo”, cuenta Kimi.
Agrega que han sido días difíciles porque ya tienen por costumbre ir juntos al gimnasio, verse de cuatro a cinco días por semana y salir al cine y a cenar los fines de semana, “pero ya tenemos planeado, para cuando todo pase, juntarnos en una de nuestras casas, pedir nuestra comida favorita y ver una película”, afirma Kimi.
Lo que el aislamiento se llevó. El aislamiento por el coronavirus (COVID-19) no ha fortalecido a todas las parejas. Laura y Alberto ya venían mal desde antes de separarse por el aislamiento y, aunque tenían planes para compartir en un futuro juntos, el confinamiento les reveló que la relación de cuatro años ya había cumplido su ciclo.
“Yo tomé la decisión porque no había nada más que hacer, antes de que se diera esta situación ya nos habíamos alejado, pero nos justificábamos diciendo que no teníamos tiempo por el trabajo. Pero llegó la cuarentena y te pasas todo el día en casa, no escribes, ni llamas, así que no hubo alternativa más que romper”, dice Laura.
Laura y Alberto están usando este tiempo de aislamiento para superar su ruptura. Mientras, Camila y Jorge, Ismel y César Ramiro, Alejandra y Edibert, así como Sarah y Frank, están en sus casas, aislados, sin poder acercarse físicamente al amor de su vida, deseando volver a repetir ese beso o ese abrazo que se dieron sin saber que sería el último en mucho tiempo.
