Sin entender la expresión estamos “volando muy profundo” del obispo de La Altagracia el pasado 21/01/25 que lleva al piloto de avión decir que estamos en paz y tranquilidad, existen controladores de vuelo que tienen como función advertir factores que puedan afectarlos: avizoran nubes que los pilotos no ven entusiasmados en visibilidad inmediata y por pasajeros anuentes que alientan sus egos.

El Estado tiene entidades controladoras: CGR, Cámara de Cuentas, Congreso, etc. Partidos deberían asumir este rol conforme Art. 216.3 de nuestra Constitución. Poderes fácticos la cumplen: prensa, organizaciones sociales, forjadores de opinión pública, etc.

Organizaciones internacionales, como FMI, ejercen esta función convenida mutuamente respetando soberanía. Potencias la asumen sin tener competencia, pero lo impone la “realpolítik”.

Así como pilotos deben escuchar advertencias de controladores, gobernantes deben ponderar advertencias de estas instancias sobre nubes que pueden afectarnos.

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Detener y recortar burocracias y subsidios para reducir déficit fiscal puede convertirse en nube cumulonimbus causantes de tormenta. Igual recortar otros gastos corrientes para poder invertir, animando productores colapsando por falta de mano de obra, bajando así precios de productos que escasean y encarecen.

Retirar al Estado del mercado financiero, de tomar prestado RD$119 mil millones presupuestados internamente, mejoraría liquidez economía y bajaría intereses. Pero deshacer este acomodaticio negocio provocaría reacciones en bancos que prefieren colocar dinero en títulos del Estado devengando 9% anual sin costos ni riesgos, en lugar de otorgar 119 000 préstamos de a millón por productores.

Otras nubes: exclusión de pensionados de seguridad social. Delatar fraudes, cortar circuitos eléctricos completos, provocará confrontaciones barriales. ¿Reducirán subsidio RD$83 mills a empresas eléctricas?

Desorden y descontrol en tráfico y transporte, irritando conductores y transeúntes frente administradores que los culpan.

Egresados con carencias de nuestro deficiente sistema educativo. Esperanzados en su precaria titulación, frústranse al no encontrar trabajo. Deficiencias ambientales debilitan prestación de servicios preventivos de salud ante medicamentos por las nubes. Combate a corrupción dilúyese en tecnicismos y tráfico de ilegalidades no se detiene a pesar de ostentosos operativos.

Combinación de estas nubes puede desatar tormentas contra la paz y la tranquilidad.