Núcleo Extremo, sueño común hecho realidad

Núcleo Extremo, sueño común hecho realidad

Aunque es una frase cliché, para los que han logrado sus sueños o parte de ellos, es inevitable decirla: “Cuando se quiere, se puede”. ¿Y no es quererlo el primer sentimiento que debe embargar el alma de una persona para hacer que algo suceda?

Pues, para muchos jóvenes soñadores, querer no es suficiente, y los integrantes de “Núcleo Extremo”, primera academia de hip hop del país, cuentan que hace falta más que eso para que los jóvenes inicien su propio recorrido hacia la meta. Y es que todos queremos algo en la vida, pero no todos los que quieren, desean, sueñan o anhelan algo, accionan para que ese “algo” suceda.

Los chicos de Núcleo aseguran que la constancia, la perseverancia, la fuerza de voluntad, disciplina y compromiso son parte fundamental para los valientes que se atreven a luchar para hacer una realidad ese deseo que todos llevamos dentro.

Larybel Olivero, una de las fundadoras de la academia, es apasionada del baile. Esta pasión la ha llevado no solo a luchar por convertirse en quien es hoy, sino también a ayudar a otros a alcanzar sus propios sueños.

“Núcleo Extremo tiene alrededor de doce años. No éramos más que un grupo de amigos a los que nos gustaba bailar; no teníamos en ese momento una meta a largo plazo más que la de bailar”, contó Olivero.

La versátil bailarina, -hoy directora de la academia- continuó explicando que en ese momento estaban muy de moda las competencias de baile en televisión, y justo en esos concursos empezó a tomar forma lo que hoy en día la principal escuela de hip hop del país.

Al hablar de sus inicios, una expresión de alegría y nostalgia se apodera del rostro de cada uno de ellos. Algunos, como Ninoska de la Rosa, quien sonreía al contar su experiencia, le cambió el rostro al llegarle un recuerdo no muy agradable: “Tú no vas a bailar ni a llegar porque tú eres muy chiquita y flaca”, así de crudo, sin adornos, le pronosticó en una ocasión un profesor a la bailarina, fundadora de “Núcleo Extremo” junto a Larybel, Larry Olivero y Jonathan Castillo.

Luego de eso nació una estrella del baile. Una bailarina fuerte y preparada que ha pisado los principales escenarios del país, ha acompañado a grandes estrellas de la música nacional e internacional y junto al grupo, ha saboreado el néctar del triunfo al ganar múltiples premios. Pero su principal logro es el haber inspirado a sus dos hermanas Massiel y Lendy, quienes ahora también forman parte de la academia.

No solo se encuentran en el camino personas crueles que tratarán de marchitar el trayecto de aquellos que sí se atrevieron a dar la batalla por alcanzar sus objetivos, también hay otros obstáculos que si no se tiene pasión y vocación, desilusionarán al soñador más optimista.

En la historia de esta familia sobran los capítulos de superación -y sí, son una familia, ellos mismos lo dicen. Antes que bailarines “somos una familia”, afirma Erick Roque, otro de los once integrantes principales de “Núcleo Extremo”.

Hoy, luego de muchas peripecias, recogen con ambas manos los frutos de su siembra. No existe evento de baile importante que se realice en el país donde no estén, sino todos los integrantes, algunos. Desde los Premios Soberano hasta los más grandes festivales de música, pasando por conciertos multitudinarios, presentaciones con artistas internacionales de la talla de Daddy Yankee, Don Omar y Jencarlos Canela y sin dejar de lado a los principales artistas dominicanos.

Estos bailarines han llegado incluso a servir como animadores de un equipo de béisbol innovando con una coreografía que incluyó chicos, rompiendo así el esquema de solo chicas sensuales.

Antes de esto, su escenario era el patio de la casa de un amigo (Renzo, ex integrante del grupo) y su público, los familiares que pasaban de cuando en cuando. Por vía de un amigo, Roque supo que él no era el único que sentía tanto amor por baile que podrían pasar horas y horas moviendo el cuerpo a ritmo de cualquier género musical. “Lo mejor que le puede pasar a una persona es sentirse en casa fuera de casa.

Antes que bailarines somos amigos, eso es lo que le da la fuerza al grupo”, aseguró Roque de 25 años.

El bailarín forma parte del Ballet Nacional Contemporáneo y destaca con alegría que “Núcleo ha crecido de forma individual”, cada integrante ha obtenido sus propios reconocimientos y logros.

Uno de esos logros que disfrutan como suyo es el de Jennifer Vargas, quien regresó al país el pasado 10 de agosto luego de agotar una gira por Europa, como parte de los bailarines de Daddy Yankee.

Una meta propuesta en el grupo es una meta cumplida. Todas las que se han trazado como equipo las han visto materializarse, al menos en el país. Este año la mira estuvo fuera de la isla; el blanco: el “14th.

World Hip Hop Championship” celebrado en San Diego, California, evento en el que participaron por segundo año consecutivo y en el que quedaron en el puesto número 15 entre 50 grupos de todo el mundo.

Aunque su base es el hip hop, este grupo es muy versátil, y Jonathan Castillo, ganador del Soberano 2014 como Bailarín del Año, así como Lisetty Campo Rivas (ambos bailarines del Ballet Nacional Dominicano) son una muestra.

Lisetty ama el baile, tanto el hip hop como la danza clásica o contemporánea, pero afirma que el hip hop da mucha mayor libertad. “El ballet es una disciplina demasiado exigente, me siento encasillada en mí; en Núcleo es diferente, nos ayudamos, repasamos los bailes juntos y por eso me siento más cómoda”, explicó.

Todos llegaron al baile por pura vocación y sin importar los obstáculos, solo fijaron un objetivo y no desmayaron hasta obtenerlo.

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