Al escribir esta nota, se comenta de la gran expectativa que ha generado la visita de tres mil nudistas, que viajan por el Caribe en el crucero Carnival Pride a la terminal Amber Cove, en Maimón, Puerto Plata.
Las autoridades de Turismo de República Dominicana en esa ciudad advirtieron a estos cruceristas que no podrán bajar del barco sin ropa.
Según el libro de Lucas 17:28-31 nos habla: Lo mismo sucedió en los días de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, plantaba y edificaba casas; pero cuando Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
¿Cómo podemos ver eso a la luz de la Palabra de Dios?
La Biblia nos narra la historia de cómo los hombres de Sodoma y Gomorra se acercaron a la casa de Lot. Ya estaban por acostarse cuando llegaron todos los hombres de la ciudad, los jóvenes y los viejos, y rodearon la casa. Gritando con todas sus fuerzas decían: «Lot, ¿dónde están los hombres que esta noche llegaron a tu casa? ¡Sácalos! ¡Queremos tener relaciones sexuales con ellos!» (Genesis 19:4-5).
La depravación sexual, el homosexualismo, el lesbianismo y otras formas de conductas rechazadas por Dios habían llegado lejos; el nudismo es otra forma de rebeldía, es pecado delante de Dios; el clamor contra del pueblo de Sodoma había subido de punto delante de Jehová.
Y por eso, Dios hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades. Solo se salvó Lot, y sus dos hijas. La mujer miró atrás y se hizo estatua de sal. El que anda cerca del Mar Muerto en Israel, en donde se cree yacen esas ciudades, puede oler aún el fuerte olor a azufre.
Ciertamente, la presencia de un grupo de nudistas en la ciudad de Puerto Plata viene a dar confirmación la profecía de que la venida de Jesucristo a la tierra está próximo a cumplirse; que Jesús volverá de nuevo para pasar juicio a los que no atienden a su palabra y a su llamado; a los que andan en sus vicios y en placeres; pero los que le son obedientes, la venida de Cristo constituirá el paso final para el reinado de Jesucristo en la tierra, con todos los creyentes (Apocalipsis 20:2-7); previamente se producirá el arrebatamiento de la iglesia; y los que creyeron en Jesús tendrán la oportunidad de entrar al reino de los cielos y tendrán su cuerpo glorificado para estar ante la presencia de Dios para siempre.