Nuestra posición en el narcotráfico

Nuestra posición en el narcotráfico

La captura en Colombia de un cargamento de cocaína y heroína destinado a la República Dominicana, se añade a los elementos que nos confirman como punto estratégico de  tráfico y destino del negocio internacional de sustancias ilícitas. Por un lado está la condición de puente de trasbordo de la red internacional, con toda su logística de manejo, y por otro la de mercado de consumo de creciente demanda, que ha multiplicado en el territorio nacional los puntos de oferta y el  reclutamiento de personas para sus “servicios”.

Estas circunstancias obligan a procurar una integración más fuerte entre los países vulnerables al trasiego de drogas. Es necesario que mejoremos el intercambio de información y se unifiquen criterios para homologar aspectos jurídicos, de manera que la escala de gravedad del delito de tráfico de drogas no guarde diferencias entre estados.

Para los estados de la región el narcotráfico representa una grave amenaza para las instituciones y la gobernabilidad. Su presencia cada vez más notable infiltra instituciones y corrompe  personas y entidades de la sociedad. Debe haber una propuesta común de lucha contra este negocio ilícito de tanto poder económico. La República Dominicana debería asumir algún liderazgo en la formulación de una propuesta de integración regional contra el narcotráfico.

Mortalidad materno infantil

El país acusa índices preocupantes de mortalidad materno infantil y hay un diagnóstico claro sobre las causas principales de este problema. Una de estas causas tiene que ver con la deficiente preparación del personal de salud que opera en hospitales y clínicas, y otro componente es el bajo salario que se paga a quienes laboran en este ámbito. La persistencia de estos dos factores -que no son los únicos causantes de la mortalidad- ha impedido que reduzcamos la tasa de fallecimientos de madres y  crías.

Las deficiencias del factor humano se complementan con la falta de equipo adecuado y tecnología actualizada para el manejo de los casos de maternidad. Desde luego, no escapa al conocimiento el hecho de que muchos casos llegan a manos del médico cuando el deterioro de la salud de la madre o su criatura dejan poco margen de acción. Hay que esforzarse por garantizar una atención de calidad que permita reducir estos índices preocupantes.

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