A continuación el texto del discurso pronunciado por el alcalde del Distrito Nacional, señor David Collado, ante la Cámara Americana de Comercio:

Amigos todos:

Hace un año y un mes que gracias a la confianza de los capitaleños iniciamos una nueva gestión en la Alcaldía del Distrito Nacional, llenos de esperanza y entusiasmo y con la firme convicción de iniciar un proceso de transformación de nuestra ciudad capital; lo que veíamos como un gran reto pero también como una enorme oportunidad de demostrar que una nueva generación podía ser capaz de propiciar en base a un trabajo responsable, profesional, eficiente, transparente y respetuoso de la ley, un nuevo modelo de gestión municipal.

Acompañado de un excelente equipo de jóvenes profesionales, muchos de ellos con una carrera exitosa en el sector privado y otros con un buen historial de desempeño en el sector público, iniciamos la gestión de la ciudad de Santo Domingo; la cual –como era del conocimiento de muchos–, tenía importantes desafíos producto de años de desorganización, un deficiente marco regulatorio y la falta de conceptualización estratégica y de priorización de los planes, recursos y acciones.
Nuestra CapitaL, primera ciudad del Nuevo Mundo y cuna de otras muchas importantes primacías, arrastra las consecuencias de un crecimiento económico inequitativo que impulsó la migración del campo a la ciudad. A la vez, que durante la década de los noventa vivimos un desarrollo inmobiliario que cobró un ímpetu extraordinario, el cual no se dio en conjunto con una adecuada planificación y regulación urbana, lo que ha provocado que tengamos una ciudad moderna en algunos aspectos con importantes edificaciones, pero escasamente desarrollada en otros.
En la tarde de hoy, les presentaremos nuestra visión para transformar Santo Domingo bajo un concepto de ciudad que promueva las inversiones y el turismo; que sea amigable y saludable para su gente y el medio ambiente; una ciudad más segura, inclusiva, innovadora, ordenada y limpia para todos; cuyo desarrollo esté fundamentado en un plan de ordenamiento territorial. Una transformación que estamos decididos a hacer realidad con el compromiso y la participación de ustedes y de todos los habitantes de nuestra ciudad.
Nosotros hablábamos siempre que nuestro objetivo principal era recuperar los servicios básicos de la ciudad, porque una ciudad que tiene en abandono a sus cementerios, sus parques, sus espacios públicos; que vive de espaldas al mar y que está a oscuras, es una ciudad que presenta los síntomas básicos de una crisis urbana.
Es por eso que desde el primer día decidimos cumplir con la agenda de trabajo. veamos a continuación un video que ejemplifica a lo que me refiero.

Desde que iniciamos nuestra gestión tuvimos muy clara la necesidad de construir un nuevo concepto de ciudad y un nuevo modelo de gestión de la misma, basado en la transparencia, eficiencia, modernidad, en el consenso y en la priorización de los proyectos, en consonancia con las demandas de los munícipes.
Las obras que hemos realizado a la fecha constituyen un paso de avance en este sentido: remodelaciones de mercados públicos como los mercados de Honduras y Los Guandules, convirtiéndolos en espacios modernos, con las condiciones necesarias para garantizar su higiene y la eventual satisfacción de comerciantes y ciudadanos.
La construcción de aceras que permitan hacer de Santo Domingo, finalmente, una ciudad caminable para todos.
El remozamiento de nuestros parques, a la fecha más de 17, y espacios verdes para el disfrute especialmente de nuestros niños y adultos mayores.
Además, podemos mencionar el mejoramiento integral y necesario de las condiciones de la Avenida de la Salud, como forma de promover la actividad física y recreación de nuestros ciudadanos, esto último con al apoyo del sector privado.
Y como creemos en la diversidad de la inversión en la ciudad, nuestra agenda también tiene como uno de sus ejes fundamentales el desarrollo de zonas tradicionalmente descuidadas. Un ejemplo de esto es la construcción del puente peatonal de Cristo Rey, obra recién terminada, que ahora garantiza que sus residentes y, especialmente, los niños que van a la escuela, puedan cruzar seguros la intersección de la Avenida de los Reyes Católicos y Avenida Ortega y Gasset Terminando así el lamentable historial de accidentes, a veces fatales, que se daban en ese cruce.
En el mismo orden, hemos realizado el alumbrado público de distintos sectores con los fondos que anteriormente se asignaban a la celebración de Brillante Navidad habiéndose finalizado a la fecha el total alumbramiento del Ensanche la Fe, Ensanche Kennedy y de Cristo Rey, entre otras obras.
También, este concepto de ciudad incluye la promoción del turismo, lo que se plasma en la primera etapa de la obra de remozamiento de nuestro Malecón, recientemente inaugurada a cual busca volver a hacer de este el principal centro de diversión y esparcimiento de nuestra ciudad; enfocándonos en generar seguridad ciudadana a través de la adecuada iluminación y patrullaje municipal; regulando efectivamente el tráfico de carga hasta su total eliminación; creando un entorno que promueva las inversiones de los hoteleros que están en la zona, así como la atracción de nuevas inversiones ofreciendo un diseño contemporáneo y adecuado al paisaje, que permita tanto el disfrute cotidiano como el ejercitarse al aire libre o bien simplemente recrearse con la belleza del entorno en restaurantes, bares, actividades artísticas y culturales, lo que dinamizará la economía de la zona y del turismo en la capital.
Esta obra se contemplará con la restauración del Monumento a Fray Antón de Montesino, ya iniciada, el cual debe convertirse en el ícono de la ciudad capital, dando vital importancia así el acontecimiento histórico del Sermón de Adviento, que inmortalizó a este fraile por su defensa de los derechos de los indígenas, convirtiéndolo en precursor de los Derechos Humanos en el Nuevo Mundo, para lo cual hemos iniciado los trabajos para la creación de un centro de Desarrollo Humano y un museo de arte y civilización taína, lo que sin lugar a dudas dará un salto cualitativo a nuestra oferta turística como país.

En otro orden, en la segunda fase estamos contemplando la construcción de un anfiteatro frente al mar, con el fin que los ciudadanos puedan disfrutar de actividades artísticas y culturales. Estamos construyendo una ciudad pensada para la gente y centrada en sus necesidades, en la cual sus habitantes no sean presos de sus oficinas, apartamentos o viviendas; una ciudad inclusiva, con una gestión participativa, transparente; que priorice las inversiones escuchando las solicitudes de las Juntas de Vecinos, de los empresarios, inversionistas, y de todos los munícipes. Una ciudad en la que niños, jóvenes, adultos, ancianos, peatones, automovilistas, amas de casa y comerciantes, entre otros segmentos que conforman la sociedad en su totalidad, encuentren espacios y oportunidades bajo el respeto de las normas de convivencia.

El nuevo concepto de ciudad debe igualmente seguir las tendencias mundiales y recomendaciones de organismos internacionales, para convertirse en una ciudad resiliente, en donde se tenga la capacidad para prepararse, resistir y recuperarse frente a una crisis natural, y transformarse en una ciudad más fuerte y saludable para el futuro.
En ese tenor, tengo el grato placer de anunciarles que gracias a la invitación que nos hiciera el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, Santo Domingo es una de las 50 ciudades que conforman la Alianza de Ciudades Saludables, promovida por la Organización Mundial de la Salud y auspiciada por la Fundación Bloomberg.
También es importante destacar que este concepto de ciudad va de la mano de un nuevo modelo de gestión, fundamentado en la transparencia, el cumplimiento con la Ley y la eficiencia. Por eso suscribimos un acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD– para que ejecute las compras y contrataciones del Ayuntamiento del Distrito Nacional, como una forma de garantizar la total transparencia de nuestra gestión. Del mismo modo pusimos fin a un contrato de gestión tributaria que tenía más de 14 años de vigencia, lo que ha permitido que desde el primero de junio de 2017, fecha de su finalización, la ciudad se haya ahorrado un promedio de 53 millones de pesos y además decimos con orgullo que hemos aumentado los ingresos por recaudo para este primer año en más de 106 millones de pesos.
Otro esfuerzo vital es que hemos modernizado y organizado el Registro Civil, habiendo logrado la importante meta de digitalizar todos sus expedientes y automatizar sus procesos. Igualmente nos hemos enfocado en reducir los plazos de obtención de permisos para agilizar y dinamizar un sector tan importante como el de la construcción.