Nuestro segundo socio comercial

Nuestro segundo socio comercial

Haití es el segundo socio comercial de la República Dominicana. Hacia esa nación exportamos textiles, alimentos y materiales de construcción. Nuestro país es para los haitianos el mercado de trabajo por excelencia y el principal destino de sus emigrantes. Ambos países comparten una frontera en la que tiene lugar un intercambio  informal.

Para otros países que comparten frontera en el continente, la organización y formalización del comercio ha sido prioridad, pero no ha sido así en la isla que compartimos dominicanos y haitianos.

La Federación Dominicana de Comerciantes (FDC) aboga por la firma de un tratado de libre comercio con Haití para vencer por esa vía lo que se define como trabas del Gobierno haitiano a las exportaciones dominicanas. Un acuerdo comercial permitiría definir condiciones específicas de comercio válidas para ambas partes. Sería una forma de facilitar el intercambio. Tal vez lo que entendemos como trabas de Haití a nuestras exportaciones no sea más que una forma de los haitianos ordenar las cosas a su conveniencia. Nosotros ya hemos empezado a organizar la casa con reglas migratorias.

Todo parece indicar que están dadas las condiciones idóneas para negociar un tratado comercial que reúna, para bien del intercambio, esas reglas de juego que unilateralmente han ido imponiendo las dos naciones.

Boca Chica merece  atención

Boca Chica tiene muchos problemas que deben ser resueltos. Comercio sexual, delincuencia, ruidos, balneario en mal estado forman parte de una larga lista. Para este día, representantes del comercio y autoridades tienen concertada una reunión en la cual se pretende lograr articular planes de solución. Por razones de cercanía, Boca Chica sigue siendo el balneario predilecto para un gran público capitalino.

También están desatendidos el entorno y vías de acceso al poblado. Desde la estación de peaje hasta Boca Chica no hay alumbrado público en la autopista Las  Américas. La carretera de Costa Blanca, que enlaza a Andrés y Boca Chica, también está a oscuras. Tampoco hay alumbrado en la vía que conduce hasta el hospital de maternidad de Andrés. Esta demarcación mueve mucho dinero en arbitrios e ingresos fiscales, lo que  le da pleno derecho a recibir mejor atención de las autoridades.

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