Numerosas personalidades nacionales y varias no nacionales se han expresado acerca de la inconcebible mortalidad por la Enfermedad del Dengue en nuestro país, atribuyendo las mismas al Ministerio de Salud Pública (MSP) y a las actuaciones médicas, como si esto fuera tan simple voces con sus honestas excepciones aprovechan el momento para expresarse a través de la prensa contra el MSP y de los médicos, sin preguntarnos qué hemos hecho y qué hacemos desde nuestras posiciones para ayudar a la resolución de los tantos problemas socio económicos que arropan la República Dominicana.

Al escribir de larga data es, porque he buscado en mi memoria un momento de mi vida que no haya escuchado lo mismo solo en momentos electorales o cuando se desea destruir el trabajo de alguien o se desea el puesto de X funcionario; al referirme a profundidad es al grado del daño producido a todas las actividades productivas y recreativas de nuestro país, que en el caso de la salud, de una calidad de buena vida, son irreparables.

La educación de nuestros hijos, durante los años esenciales de su crecimiento y desarrollo descansa en sus profesores, profesores que dolorosamente emergen de un sistema educativo deficiente, muy deficiente. Los padres hemos abandonado nuestra responsabilidad.

Coloco como ejemplo una copia de una carta de un escolar de 12 años, próximo a iniciar su formación secundaria, a raíz de querer agradecer a sus médicos las atenciones para con él.

Si bien mis padres me enseñaron las operaciones básicas de matemáticas, corregían mis tareas, ortografía y el cumplimiento de mis deberes escolares, su mayor responsabilidad fue enseñarme a querer y a respectar los derechos de los demás. ¿Puede un profesor por excelente que sea dar lo mejor de sí a un conglomerado de 40 a 50 niñas (os) diariamente, alojados en un espacio en condiciones ambientales no buenas? Con la tecnología se busca sustituir lo que nunca se podrá, el amor en la realización de los deberes.

Salud no es llegar a un hospital en busca de recobrar la misma, educación no es alcanzar una profesión, salud y educación son el respecto a las leyes, exigir y respetar los derechos de todos, tanto por los que gobiernan, como por los gobernados y en nuestro país no ha sido posible, porque todos y todas hemos irrespetados TODAS las leyes que sustentan en buen desarrollo de los pueblos.

La enfermedad del Dengue, en la República Dominicana y el número inconcebibles de fallecidos han llevado a una serie de opiniones validas o no; esta se desarrolla en el ser humano, luego de la picadura de un mosquito infectado por uno de los virus implicados, mosquito que se reproduce en aguas limpias y la misma puede ser impedida esencialmente con la educación permanente del pueblo (que ya sabe como hacerlo), junto al mantenimiento de la higiene general de los pueblos, no desde el MSP, ni por acciones aisladas de los médicos, ni fumigaciones ni jornadas ocasionales para la eliminación de criaderos.

Se han preguntado aquellas personas que critican y piden destitución de funcionarios desde sus cómodas posiciones, por qué mueren tantos niños (as), producto de numerosas enfermedades que pueden ser prevenibles, no, pero solo con la mejoría de las condiciones socio económicas de los pueblos cambiara el panorama, las mismas son frenadas por la avaricia tradicional de los que ocupan y han ocupado los cargos de decisión y una inmensa irresponsabilidad compartida.

Que critico de mis colegas y de MI, esa inmensa ausencia de humanidad muy generalizada e irresponsabilidad ante la persona enferma, la sordera ante el dolor ajeno, la desesperación del enfermo al entender que no está ante la presencia de aquel que creía un segundo dios.

El Dengue no es irresponsabilidad del MSP, es de todos y todas.