Nuestros propósitos para el nuevo año

Nuestros propósitos para el nuevo año

Alfredo Cruz Polanco

Por Alfredo Cruz Polanco

Al final de cada año se recomienda que hagamos una reflexión, pasar revista a nuestras vidas, es decir, hacer una especie de evaluación sobre nuestras acciones y comportamiento, tanto público como privado; cómo ha sido nuestra forma de actuar y nuestra conducta con nuestra familia y con la sociedad.

En qué hemos fallado o incumplido; qué cosas logramos realizar y cuáles no; los errores que cometimos, así nuestros fracasos.

Al inicio del nuevo año también debemos crearnos metas, objetivos, propósitos, proyectos, anhelos, sobre qué cosas queremos realizar, obtener, erradicar o mejorar en nuestras vidas, familias, empresas, lugar de trabajo en la institución a la que pertenecemos, etc.

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El presidente de la República, Luis Abinader Corona, debe plantearse como propósitos inmediatos relanzar y reencauzar su gobierno, evitar las improvisaciones, corregir los errores y desaciertos que viene cometiendo, el cual ya luce viejo y agotado, sin nada que ofrecer por el momento.

Terminado el acostumbrado “pan y circo” de cada diciembre, en enero comienza el período de “las vacas flacas”, el de la escasez, donde los rigores de la crisis económica se harán sentir, aun en el propio partido de Gobierno, por los efectos del alto costo de la vida, el cual ha llegado a niveles nunca visto, no importa la gran mayoría absoluta o calificada a nivel congresual y municipal que hoy ostenta.

El presidente de la República también debe empantalonarse e iniciar el nuevo año renovando el tren administrativo de su gobierno, dejar de hacer más de lo mismo, con una agenda del día a día, sin planificación y sin una estrategia definida. Debe sustituir aquellos funcionarios que no realicen una labor eficiente, sobre todo, a los que están cometiendo actos de corrupción y a los que están utilizando los recursos de las instituciones que dirigen para su campaña política, pues no lo están ayudando.

Además, preocuparse por mejorar todos los servicios públicos básicos, los cuales, en su gran mayoría, han colapsado.

La oposición política del país también debe jugar su rol como tal, por el equilibrio de la democracia y por la buena gobernanza del país, ya que hasta ahora ha dejado mucho que desear durante los años de gobierno del presidente Abinader, pues no ha sabido o querido aprovechar en su beneficio, los errores garrafales, desaciertos, escándalos, así como las actuaciones fallidas de este.

Hasta ahora, todo ha pasado sin penas ni glorias, como si nada hubiese ocurrido. Esta debe de activarse, definirse y actuar en consecuencia en este año que se inicia, pues la misma representa un contrapeso a las acciones y decisiones tomadas por el Gobierno.

Todos los sectores económicos, políticos y sociales de la nación también deben forjarse metas, propósitos y objetivos estratégicos de cómo contribuir con el crecimiento y desarrollo del país, dejando de lado la ambición, el egoísmo, el odio y el rencor, enfrentando la corrupción pública y privada y realizando los aportes necesarios para que, aplicando la unidad en la diversidad, podamos enfrentar los grandes retos que todos tenemos por delante.

Muchas felicidades, salud y bienaventuranzas para todos los dominicanos. Que así sea.

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