Mañana se cumplen 174 años de la Separación de Haití. Fecha que las autoridades nacionales deben aprovechar para acciones inmediatas que aseguren-la población lo demanda y se necesita-que de ninguna se permitirá que aquella ofensa vuelva a repetirse. Sin importar que la ocupación sea pacífica como es la amenaza que ahora tenemos.
Además de agradecer a los Padres de la Patria y a los que tuvieron participación en los hechos que culminan con la Separación. Los primeros, no solo enfrentaron y vencieron el poder político haitiano, también a los sectores colaboracionistas con el ejército de ocupación. No tengo que repetir los tristes episodios de conservadores que nunca creyeron en la soberanía. A los que les fue muy bien con la política económica de Boyer, que si luego apoyan y trabajan por la Separación de Haití, fue cuando perdieron tierras con la aplicación del Código Rural vigente en Haití desde 1826. Y obligados a pagar impuestos-como a toda la población-para contribuir con los 150 millones de francos de indemnización a dueños de esclavos, exigidos por Francia a Haití para reconocer la independencia. La idea de compensar fue de Alexandre Petión en 1814, para que Francia olvidara reinstalar el sistema colonial. El acuerdo lo firman el Rey Charles X y Boyer en 1825.
La fecha es propicia para reiterar a nuestra población joven que es guardián de la soberanía. Tenemos que fijarle detalles de la memoria del proceso que culmina con la noche del 27 de febrero de 1844. Enseñarle que nuestra bandera-como los cubanos con la suya-debió estar en lo más alto del asta en la totalidad del territorio y no solo en dos tercios.
Que la culpa histórica de la perdida de terrenos y continua amenaza de ocupación de Haití, recae principalmente en la Corona de España. Nos abandonó a diferencia de Cuba y Puerto Rico, islas éstas que defendió con uña y diente. Creo que nuestra Academia Dominicana de la Historia, donde soy Miembro Correspondiente Nacional, en su línea de investigación debe incluir tesis de estudiantes de Maestría y Doctorado en Historia del Caribe, que apoyados en papeles de cancillerías y otras fuentes, deriven teorías sobre porqué del abandono de España.
Y no hablo de trabajos negacionistas, debe quedar claro. Porque Francia también tiene responsabilidad. Inglaterra y España eran dueños de casi todo el Caribe hasta la primera mitad del siglo XVII. Territorios explotados para su beneficio exclusivo. Francia, que en Europa enfrentaba a ambas potencias, tenía poca cosa en el Caribe, decide ampliarse cuando protege a sus corsarios para que primero ocupen la Isla Tortuga y luego se asienten en el Oeste de la Isla, que explotan hasta convertir los territorios en su principal fuente de ingresos. En la colonia más rica, hasta comienzo del siglo XIX la “Perla de la Corona Francesa”. Mientras España mostraba debilidad y desinterés, actitud irresponsable nunca exhibida con Cuba y Puerto Rico.
Nada podemos hacer para recuperar los territorios que perdimos cuando en 1731 y por primera vez se trazaron límites fronterizos. Tampoco para recuperar más de mil kilómetros cuadrados que Trujillo regaló a Haití solo porque le dio gana. Con responsabilidad y decisión ahora nos toca defender el espacio que tenemos, sin importar presiones de Francia, Washington y ONG.