Washington. La decisión de Standard & Poor’s de rebajar la calificación «AAA» de deuda estadounidense afectará el costo de endeudamiento de los Estados Unidos y la opinión de los inversionistas sobre sus activos.
La calificadora había puesto el 14 de julio la calificación de deuda de Estados Unidos en vigilancia negativa, al decir que podría reducir la calificación de deuda AAA del país en los próximos tres meses si los legisladores no lograban elaborar un plan para reducir el déficit del país.
Momentos antes del anuncio de la rebaja, la decisión de Standard & Poor’s estuvo en duda. La cadena de noticias CNN había informado que la agencia avisó al presidente Barack Obama que degradaría la calificación de la deuda soberana estadounidense.
Posteriormente, la cadena CNBC dijo que la calificadora rectificaría la decisión, después de que el Gobierno cuestionara los cálculos sobre los cuales se había tomado la medida.
Durante la semana pasada, las agencias calificadoras Fitch y Moody’s refrendaron la máxima calificación de la deuda de Estados Unidos, aunque advirtieron que el Gobierno debe redoblar sus esfuerzos por reducir el enorme déficit presupuestal del país.
La medida de Standard & Poor’s ocurrió por primera ocasión en la historia del análisis a las finanzas públicas estadounidenses.
S&P agregó que el panorama de la calificación es negativo, por lo que indicó que no se debe descartar otra rebaja.
El domingo, el director gerente de la agencia, John Chambers, añadió que hay una posibilidad entre tres de una nueva rebaja en la calificación de crédito de Estados Unidos en un lapso de seis meses a dos años.
Explicó que si la posición fiscal de Estados Unidos se deteriora aún más, o si la parálisis política se vuelve más «arraigada», podría llevar a una nueva rebaja.
Chambers dijo que le llevará tiempo a Estados Unidos recuperar su calificación AAA.
El Gobierno del presidente Barack Obama inmediatamente cuestionó la credibilidad del análisis hecho por la calificadora, al argumentar que halló un error de dos billones de dólares en el cálculo.
En un comunicado divulgado posteriormente al anuncio de la rebaja, Standard & Poor’s confirmó que cambió sus suposiciones económicas después de hablar con el Departamento del Tesoro, pero subrayó que no afectó la decisión de disminuir la calificación de deuda de Estados Unidos.
El máximo responsable de la histórica decisión, David Beers, argumentó que era el deber de la calificadora el tomar una decisión tan dura y controvertida.
Beers, quien está a cargo de las calificaciones soberanas en Standard & Poor’s, reconoció que en la decisión de la agencia influyó mucho el cambio en la «dinámica política» de Washington, que impidió que los miembros del Congreso elaboraran un plan más amplio para reducir el déficit.
Beers dijo que otro elemento que contribuyó a la decisión fue la revisión a la baja de la cifra del PIB de Estados Unidos la semana pasada. Los datos mostraron que la economía del país casi se estancó en la primera mitad del año.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, declaró el sábado que el camino para alcanzar un acuerdo sobre la deuda de Estados Unidos fue demasiado largo y divisivo, y que los legisladores deben trabajar juntos para fortalecer la posición fiscal del país.
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El dragón ataca
La agencia oficial de noticias China criticó severamente el sábado a Washington y profundizó la alarma de los inversionistas sobre la crisis de la eurozona. Xinhúa condenó a Estados Unidos por su «adicción a las deudas» y «miopía» política, señalando que el mundo necesita de una divisa mundial de reserva más estable. «China, el mayor tenedor de deuda de la única superpotencia mundial, tiene ahora todo el derecho de exigir que Estados Unidos aborde sus problemas estructurales de deuda y garantice la seguridad de los activos en dólares de China», afirmó la agencia Xinhua.