La Conferencia del Episcopado Dominicano propuso que en la reforma constitucional debe consignarse la fe cristiana que inspiró la soberanía nacional  y ha modelado históricamente el comportamiento de los dominicanos.

En la nueva Carta Magna debe definirse claramente, sin recortes ni equívocos, la identidad y la nacionalidad  dominicana.

 Sugiere que entre los servicios  que el Estado debe ofrecer a la ciudadanía figuren la posesión de cédula, educación de calidad, salud, vivienda, agua, electricidad y justicia insobornable.

Plantea que la educación primaria y secundaria debe ser gratuita y obligatoria para todos, castigando a los padres que descuidan ese deber.

Sostiene que,  debido al derecho a la seguridad y a la paz y la impunidad reinante,  la reforma constitucional asuma  exija la persecución y el castigo severo del delincuente.

La propuesta de la Conferencia del Episcopado  establece que el Estado debe comprometerse a salvaguardar y defender los derechos fundamentales, primarios y secundarios.

Sugiere dar poder al Congreso para conocer y controlar las negociaciones internacionales del Poder Ejecutivo, así como consagrar algunas restricciones constitucionales a la política de endeudamiento interno y externo.

Propone restringir el poder de designación y remoción del personal del presidente de la República.

Según la  propuesta de la  Conferencia del Episcopado, la  nueva  Constitución debe incluir que en el presupuesto de gasto social se favorezca a los pobres.

Propone reglamentar las inversiones extranjeras e  instituir un régimen especial de protección de áreas de biodiversidad, cuencas altas de los ríos y los recursos hídricos.

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Auditorías
Realizar auditorías periódicas en las secretarías e instituciones del Estado.

1. Campañas electorales
Acortar las campañas electorales y prohibir  fuertes erogaciones y solicitudes al sector privado.

2.  Reelección
Lograr el consenso de los partidos  y la sociedad civil. Legislar cuándo y cómo se puede imponer la remoción de un Presidente.