Sin haber concluido el proceso de concurso, una de las tres frecuencias de radio en FM que el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones –INDOTEL puso a disposición de los interesados en Santo Domingo, está transmitiendo sin que se hayan publicado los nombres de los “beneficiarios”.

Se trata de 96.9 FM, que desde hace cinco días está colocando música suave sin identificación. Las otras dos frecuencias que el INDOTEL tiene pendiente de concesión en la capital son 102.5 y 104.9 FM.

Ésta última llegó a anunciarse como Mortal FM en la programación de Telemicro, Canal 5. De forma que, sin conocerse oficialmente los operadores de dichas frecuencias, dos de sus propietarios ya están identificados.

El concurso público para el otorgamiento de licencias en 96.9, 102.5 y 104.9 fue publicado por el INDOTEL en septiembre del año pasado. Sin embargo, a casi ocho meses de dicha publicación, el organismo oficial que preside Orlando Jorge Mera, no ha revelado los nombres de las personas que supuestamente obtuvieron las mayores puntuaciones.

[b]Actores porno de EE UU infectados por sida en Brasil[/b]

SAO PAULO, AP. Los directores de cine pornográfico de Estados Unidos llegan a Brasil repletos de dólares atraídos por los exóticos paisajes y los bajos costos de producción, un fenómeno que ha convertido al país más grande de Suramérica en uno de los destinos predilectos para rodar películas para adultos. Pero desde hace unas semanas, el caso de un astro estadounidense del cine porno infectado con VIH tras filmar con más de una docena de mujeres sin usar preservativos tiene encendidas las alarmas de la industria en California, y ha suscitado críticas de los actores brasileños a sus colegas en Estados Unidos.

La industria estadounidense del cine adulto garantiza exámenes médicos para prevenir la propagación del VIH. Pero esas pruebas son pasadas por alto en Brasil debido a los costos y a su poca confiabilidad. La industria del cine porno brasileña ha dependido por años del uso de condones.

Darren James, el actor estadounidense que contrajo el virus aparentemente en Brasil, y que contaminó a por lo menos una actriz al regresar a Estados Unidos, “asumió un riesgo que muchos actores brasileños no toman’’, dijo Evaldo Shiroma, quien encabeza la Asociación de la Industria Erótica de Brasil.

[b]Critican a Britney Spears en inicio de gira[/b]

Londres, dpa. Hace algunos años, Britney Spears aún era la virgen más famosa de Estados Unidos. Ahora, a los 22 años, se presenta como mujer fatal ataviada en cuero.

En Londres, la cantante comenzó la noche del lunes su gira europea, con la que aspira a conquistar a un público mayor y se quiere confirmar como maestra de la transformación, como su admirada Madonna.

Sin embargo, un vistazo al público que llenó el Wembley Arena dejó en claro una cosa: sus fans siguen siendo adolescentes.

Entre los 12.000 espectadores predominaban las adolescentes con el ombligo al aire, muchas acompañadas de mamá y papá. Y daba la sensación de que algunos adultos tenían otra idea de lo que era el ídolo de sus hijos.

Algunos tapaban los ojos a sus pequeñas cuando sobre el escenario tenían lugar movimientos de masturbación y sexo homosexual, cuando Britney Spears besaba a bailarines más o menos vestidos o se retorcía aparentemente desnuda en una bañera.

[b]Roberto Carlos entabla juicio a quien lo acusó de plagio[/b]

RÍo de Janeiro, dpa. El cantante brasileño Roberto Carlos entabló una denuncia judicial por “daños morales” al músico Sebastiao Braga, que anunció la próxima publicación de un libro titulado El rey del plagio: detalles y emociones de la caída de un mito, informó ayer la prensa.

En 1990, Braga inició una acción contra Roberto Carlos acusándolo de haberse apropiado del tema “Locuras de amor”, que el cantante grabó como “O careta”. Braga fue reconocido por la justicia como autor de la música y Roberto Carlos se vio obligado a indemnizarlo y a editar el disco con la imagen del autor en la cubierta.

Sin embargo, al ser anunciada la publicación del libro en el que Braga narraría los entretelones del plagio, Roberto Carlos se sintió ofendido y entabló una demanda en la que pide una indemnización equivalente a poco más de medio millón de dólares por la supuesta ofensa.

En el tribunal, Braga se limitó a comentar ayer que Roberto Carlos le pareció “muy triste y en situación embarazosa”, pero aseguró estar tranquilo. “Estoy seguro de que seré absuelto, pues el libro ni siquiera existe aún”, dijo.