El Hipódromo Quinto Centenario tendrá una nueva proyección con la finalidad de que la fanaticada se integre a las actividades que se realizan en la instalación deportiva cada semana.

La empresa Galápagos S.A. pretende reelanzar la actividad hípica, llevarla a los niveles de popularidad y rentabilidad similares a su época de mayor esplendor, con la implementación de varios proyectos a favor de la familia amantes del deporte de los Reyes.

Así lo informó ayer el presidente del Consejo de Administración de la empresa arrendataria del Hipódromo V Centenario, Ramón Elías Hidalgo, quien dijo que el gran reto de ellos será recobrar el esplendor de otros tiempos.

Hidalgo agregó que «ojalá que al final de 2004, al volver la mirada atrás, hayamos caminado ese sendero de paz y desde el pedestal de la prosperidad, en un abrazo de hermanos, podamos asumir los compromisos que trae cada año nuevo».

«La actividad hípica, en la que con tanta pasión estamos inmersos miles de dominicanos, también tiene por delante importantes retos este año», comentó.

Entre los incentivos que están en carpetas, Hidalgo señaló que la entidad bajo su dirección pretende la creación de siete grandes clásicos cada 45 días y la cobertura de todas las carreras por una estación local de televisión. Además, pretenden convertir el hipódromo en un centro de diversiones para toda la familia y una sustancial mejoría en el sistema de apuestas de banca. También, la creación de una revista especializada y una página web en la internet. El fortalecimiento de las áreas de comunicaciones y el apoyo en los renglones de mercadeo y ventas con la contratación de los expertos Adalberto Rodríguez y José Darío Arias, respectivamente, de manera honorífica.

Hidalgo presentó una relación de apuestas realizadas en los finales tres clásicos de 2003 y el crecimiento experimentado en las jugadas de banca y pool desde su llegada al negocio en mayo del año pasado.

Hidalgo manifestó que el presente año, será de gran reto para la hípica nacional.

«La hípica vivió un angustioso y prolongado letargo, desde sus últimos años en el desaparecido Hipódromo Perla Antillana, pasando por por la mayor parte de su estada en el Quinto Centenario, con un período de efimera lucidez en los primeros dos ó tres años de este parque hípico», apuntó.