Nueva forma de recorrer el mundo

Nueva forma de recorrer el mundo

EFE. REPORTAJES. Un grupo de sesenta estudiantes ha vivido durante diez días una completa inmersión en la cultura, la vida cotidiana, la gastronomía y las costumbres de Perú, en el marco de la expedición Tahina Can-Bancaja. Un viaje de “ocio formativo” en el que ha estado presente la “filosofía del periodismo de viajes”, ya que los alumnos han tenido la oportunidad de describir su visión del país a través de trabajos periodísticos y han plasmado esa realidad a través de la palabra, la imagen y el sonido.

La iniciativa ha logrado transformar los parámetros tradicionales del turismo para convertir en viajeros a los participantes en el proyecto, que se ha desarrollado gracias a la colaboración entre la Universidad Autónoma de Barcelona y Bancaja. Según su coordinador, Santiago Tejedor, la iniciativa pretende recuperar “el valor del viaje como herramienta de explotación, descubrimiento y aprendizaje”.

Los participantes, procedentes de todas las comunidades españoles, estuvieron acompañados por algunos universitarios peruanos y conocieron en primer lugar Lima, la capital del país, una ciudad de ocho millones de habitantes en la que se aproximaron a la realidad del mundo universitario peruano y de las actividades de la Embajada de España, antes de viajar a las ciudades de Arequipa y Puno, y al Lago Titicaca y completar el circuito en Cuzco y el Machu Picchu.

Gracias al desarrollo de un programa intenso, se cumplieron los objetivos de completar un viaje de “ocio formativo”, en el que estuvo presente, sobre todo, la “filosofía del periodismo de viajes”, tal y como definió este proyecto Antonio Palau, gestor del área de jóvenes de Bancaja, ya que los alumnos han tenido la oportunidad de describir su visión del país a través de trabajos periodísticos y han plasmado esa realidad a través de la palabra, la imagen y el sonido.

Los implicados en el proyecto pudieron conocer la impresión que tienen de su propio país algunos historiadores y profesores universitarios peruanos. Iván Hinojosa, profesor de la Historia de la Universidad Católica, les explicó que el Perú es un país “mucho más antiguo de lo que piensa la gente”, aunque actualmente todavía es un “estado débil, un territorio de difícil articulación”, que “por suerte, no se ha ‘balcanizado’ a pesar de contar con una disparidad que va mucho más allá de la costa, la sierra o la selva».

Mientras Lima ofreció aspectos académicos, la ciudad de Arequipa, (“Ari quipay”, que significa “Quedemos aquí”), la segunda en importancia del país, ofreció la importancia de la etapa colonial o algunas fiestas autóctonas como las peleas de toros, cuya esencia difiere mucho del concepto de la lidia que se tiene en países como España u otros de Latinoamérica.

Desde el punto de vista antropológico, destacó la visita a Puno, la ciudad mas poblada (120.000 habitantes) de las situadas a la orilla del Lago Titicaca, el más alto del mundo, ya que se encuentra a 3.830 metros. Se trata de una de las zonas con más carencias del país a pesar de tener un gran potencial turístico. Desde allí, los expedicionarios pudieron viajar a las islas artificiales de los uros, construidas sobre plataformas realizadas con las raíces de una planta que crece en el mismo y se llama totora.

En ellas viven y obtienen los productos que necesitan, aunque cada veinticinco años deben empezar “un nuevo proyecto” porque ese es el “periodo de caducidad” de cada isla.

Por ello, se tienen que poner a trabajar durante un año para preparar una nueva isla en la que levantar su casa, construida del mismo material.

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