Nueva Jersey, EEUU
Pandilla temible o  aspirantes azotan

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NUEVA YORK — Los lúgubres tiroteos tipo ejecución que mataron a tres estudiantes universitarios en un patio escolar de Newark, Nueva Jersey, hace tres semanas tuvieron muchas de las marcas características de los asesinatos cometidos por pandillas, y los culpables claramente querían que así fuera.

Tres de las cuatro víctimas, dos mujeres y dos varones de edades entre los 18 y los 20 años, fueron obligados a arrodillarse de cara a una pared antes de que les dispararan en la cabeza. Ambas mujeres, una de las cuales sobrevivió, fueron heridas en el rostro con un machete o cuchillo.    Y la página de MySpace de uno de los seis sospechosos, un muchacho de 16 años que sigue prófugo, hace un sentido homenaje a una de las pandillas más temidas y conocidas del país: La Mara Salvatrucha, o MS-13, una pandilla centroamericana que se ha convertido en sinónimo de sed de sangre.

Las autoridades en Newark rápidamente señalaron que no habían encontrado evidencia que vinculra a los sospechosos con la MS-13, o cualquier otra pandilla. «Hay una diferencia entre un pandillero y un aspirante a serlo», dijo la semana pasada el director de policía de Newark, Garry F. McCarthy, en una entrevista con The New York Times.

Sin embargo, la posible conexión atrajo mucha atención. Sean reales o imaginado, los lazos del adolescente con la MS-13 subrayaron el poderío del nombre de la pandilla. La notoriedad de la MS-13 ha estallado en los últimos años, avivada por reportes escalofriantes de sus ataques con machetes, decapitaciones y apuñalamientos fatales de una adolescente embarazada, así como fotos amenazadoras de sus miembros, con el rostro y el torso cubiertos de tatuajes. Newsweek bautizó a la MS-13 como «La Pandilla Más Peligrosa en Estados Unidos», y National Geographic Explorer elevó la apuesta con su documental sobre la MS-13, «La Pandilla Más Peligrosa del Mundo».   Pero en cierta forma, la intensa atención en la MS-13 intensifica su mística y poderío, ofreciendo un modelo peligroso para los adolescentes que buscan problemas.

La MS-13 fue formada en Los Angeles en los años 80 por refugiados de El Salvador, y la FBI estima que la pandilla ahora tiene 10,000 miembros operando en células o «camarillas» en 42 estados y unos 50,000 miembros adicionales en El Salvador, Guatemala, Honduras y México. Como otras pandillas, la MS-13 inicia a los miembros golpéandolos. En 2004, la FBI creó la Fuerza Nacional contra la Pandilla MS-13 para responder, informó la agencia, a la creciente amenaza de la pandilla.

«La MS-13 tiene la capacidad única y desafortunada de reproducirse en formas similares en todo Estados Unidos, exactamente como un virus», dijo Brian Truchon, director de la fuerza de tarea. «Se le conoce por su capacidad para operar entre fronteras, para comunicarse efectivamente y moverse entre Centroamérica y Estados Unidos».   Pero los críticos cuestionan si el gobierno federal está exagerando el alcance de la pandilla. Según estimaciones de la FBI, otras pandillas tienen muchos más miembros nacionalmente.

Por ejemplo, la agencia sitúa el número de integrantes de la pandilla 18th Street en entre 30,000 y 50,000; el de los Bloods en entre 15,000 y 20,000, y la de los Gangster Disciples en entre 50,000 y 100,000.    En febrero, un reporte de la Oficina en Washington sobre Latinoamérica, un grupo activista no lucrativo, y el Instituto Tecnológico Autónomo de México encontró pocos vínculos, si alguno, entre los miembros de la MS-13 en Washington, D.C., y Centroamérica y México.

Connie McGuire, coordinadora de investigación y extensión del grupo sin fines de lucro, dijo que no había evidencia de alguna red organizada entre los miembros distantes.

«Obviamente, hay individuos que necesitan ser tomados en serio que están cometiendo crímenes graves», dijo McGuire. «Pero ha sido esta descripción de las pandillas como una amenaza la que se está extendiendo a todo el continente».

«Por lo que comprendemos, no existe esa tendencia general», dijo.

Alex Alonso, académico que rastrea a las pandillas en Los Angeles y opera el sitio Web streetgangs.com, dice que toda la atención en la MS-13 sólo intensificó la mística de la pandilla. Como resultado, dice Alonso, la MS-13 ha desplazado a los Bloods y los Crips en la imaginación popular, provocando que se formen pandillas de imitadores. Si se es un chico de 15 años rebelde ansioso de unirse a una pandilla, dijo Alonso, ¿qué pudiera ser más atractivo que ser parte de la que ha sido considerada la más peligrosa en el país, o realmente en el mundo?   

 «Los federales están vinculando a pequeñas pandillas en lugares como Dakota del Sur con una red nacional, cuando los chicos probablemente nunca conocieron a gente de la MS-13», dijo Alonso. «Todo lo que hicieron fue entrar en Internet o ver una revista o periódico y decir: ‘Esa es la pandilla que somos»‘.

Y aunque insistiendo en que no restan importancia a la violencia que la MS-13 ha causado, tanto McGuire como Alonso afirman también que la intensa atención puesta en la pandilla y otras pandillas transnacionales está relacionada con el debate sobre la inmigración.

«Estas pandillas, y la forma que tienen visualmente, forman una imagen realmente aterradora de un ‘inmigrante ilegal»‘, dijo McGuire. «No es coincidencia que en este momento de todas estas tensiones en torno a asuntos de inmigración haya nuevas políticas sobre las pandillas transnacionales».



   Pero Truchon respondió que la fuerza de tarea de la FBI se formó antes de que la discusión del gobierno federal en torno al proyecto de ley de inmigración llegara a un punto de ebullición. Y muchos miembros de la MS-13 son inmigrantes de segunda y tercera generación, dijo, y están en Estados Unidos legalmente.

 «Aun cuando se cerrara la frontera mañana, ¿qué van a hacer con los que están aquí?», dijo.    Ciertamente hay brutalidad. En dos ataques en el Condado de Fairfax, Virginia, miembros de la MS-13 cortaron los dedos a dos pandilleros rivales. En 2003, miembros apuñalaron a una adolescente embarazada de 17 años de edad, Brenda Paz, a orillas del río Shenandoah después de descubrir que era una informante federal.

Los relatos de la violencia de la MS-13 son incluso más espantosos en Centroamérica, donde los pandilleros han sido vinculados con decapitaciones, mutilaciones y tiroteos contra los pasajeros de autobuses.

Las autoridades judiciales dicen que hay conexiones probadas entre camarillas de la MS-13, dentro y fuera del país. En junio, dos miembros de la MS-13 fueron encausados por ordenar asesinatos en Estados Unidos desde sus celdas en una prisión salvadoreña. En Long Island en 2004, se hicieron esfuerzos para unir a varias camarillas de las costas Este y Oeste, según Robert Hard, agente residente supervisor de la FBI.

Los planes fueron interrumpidos, dijo, después de que miembros clave recibieron varias sentencias. También en Long Island, camarillas locales a menudo se reúnen para grandes reuniones, llamadas «universales», dijo Michael Bolitho, un sargento detective que investiga a las pandillas con la policía del Condado de Nassau, Nueva York.

Esos descubrimientos, dijo Truchon, demuestran que la MS-13 merece todo el escrutinio nacional e internacional que la pandilla está recibiendo. Recientemente recibió más, cuando la Casa Blanca anunció que varias agencias federales estarían trabajando con los gobiernos al sur.

 «Aun cuando haya algo de exageración, es un grupo que es peligroso y debe haber alguien investigándolo», dijo Truchon. «¿Lo estamos intensificando? Quizá. Pero no pienso que tengamos alguna otra opción».

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