Una de las armas de rigor contra el cáncer es la quimioterapia, pero ésta repercute en el  organismo completo, al circular por todo el cuerpo, produciendo a veces efectos secundarios bien desagradables, como náuseas, fiebres, malestar general, pérdida del cabello, y otros.

Ahora, una nueva técnica intervencionista permite la infusión de agentes quimioterapéuticos directamente sobre el órgano enfermo, dejando el resto del organismo sin afectar, según lo ha comunicado aquí Shaun Samuels, radiólogo especializado en oncología de Baptist Cardiac and  Vascular Institute, de Miami.

“Los órganos que tratamos primordialmente son el hígado, los pulmones, los riñones y los huesos. Tratamos el hígado con este tipo de quimioterapia junto con otros métodos que suprimen la alimentación sanguínea al tumor. A esta terapia la llamamos quimioembolización”, observó el médico.

La técnica consiste en introducir un catéter por la ingle para alcanzar el tumor en el hígado y bombardearlo con medicamentos anticancerosos y “embolizantes” (es decir, que  taponan la circulación de la sangre en el tumor). Estos últimos impiden que la droga ataque los tejidos próximos sanos.

“Eso disminuye el efecto sistémico que tendría el mismo agente quimioterapéutico, ya que, esencialmente, se le aísla dentro del órgano a tratar”, observó Samuels (e-mail international@baptisthealth.net). Se trata de una terapia muy diferente a la tradicional que se aplica sistemáticamente a través de las venas y que circula por todo el cuerpo.

El doctor Samuels, cuyo instituto es parte de la organización Baptist Health South Florida, resaltó que el caso típico para tratar con esta terapia es el carcinoma hepatocelular,  “que ocurre frecuentemente en pacientes con cirrosis, y con hepatitis B y C”.