POR JOSE PIMENTEL MUÑOZ
Por fin, el reflujo gástrico -padecimiento discreto  pero molestoso- tiene una solución mínimamente invasiva: la operación endoscópica.

Hasta ahora, el procedimiento menos agresivo había sido de tipo laparoscópico, es decir, se  accedía al área gastro esofágica mediante tres pequeños cortes y allí se le envolvía una porción del estómago, creando una válvula artificial, en lugar de la propia natural, para impedir el reflujo de los ácidos.

Sin embargo ahora un nuevo dispositivo que actúa como una pequeñísima máquina de coser va un paso más allá, “cosiendo” la válvula misma y devolviendo su función, lo que ha hecho posible llevar a cabo el procedimiento a través de la garganta del paciente.

“El dispositivo se coloca en la punta de un tubo flexible que se introduce en la boca y se desliza por la garganta hasta el área a tratar. Ya allí permite dar unos cuantos puntos en dos sitios diferentes cercanos a la válvula, lo que mejora sin duda alguna los síntomas del paciente”, explicó en Santo Domingo el doctor Alfredo Rabassa, gastroenterólogo de Baptist Hospital, de Miami y el primero en realizar este procedimiento en el Sur de la Florida.

“El reflujo gastroesofágico reduce significativamente la calidad de vida y puede conducir a otros problemas más serios si no se le trata, tales como esofagitis, sangramientos, úlceras, asma, esófago de Barrett y hasta cáncer del esófago”, comentó  Rabassa,  quien puso el e-mail International@baptisthealth a disposición de las personas que deseen solicitar mayores detalles de esta técnica..

Los estudios han demostrado que el nuevo procedimiento, que es reversible, reduce o elimina la necesidad de medicinas para controlar los ácidos estomacales y le permite al paciente llevar una vida normal. “Además, como es ambulatorio y no altera las funciones gástricas normales, no está asociado a los mismos efectos secundarios, a corto y largo plazo, de la cirugía tradicional”, explicó el especialista de Baptist Hospital.