POR JOSÉ PIMENTEL MUÑOZ
La coblación –una especie de «ablación fresca»– produce mejor recuperación que los métodos tradicionales para sacar las amígdalas: disección regular con tijera y electrocauterización (aplicación de calor eléctrico).

Dos estudios recientes han mostrado que los niños tuvieron menos dolor y recuperación más rápida con la coblación que con los otros métodos, incluido un tercero, de uso más limitado: el láser.

El doctor Brian Dougherty, otorrinolaringólogo del Baptist Childrens Hospital, de Miami, favorece el uso de la coblación porque es una manera benévola y conservadora de tratar quirúrgicamente los tejidos.

NECESIDAD

Desde los años 40 a los 60, a los niños rutinariamente se les extirpaban las amígdalas, aunque no les doliera la garganta. Posteriormente, como una reacción de contraste, surgió una tendencia a desechar la operación.

El otorrinolaringólogo del hospital infantil Baptist explicó que el papel de las amígdalas –una glándula linfática– es reforzar un sistema de inmunidad inmaduro atrapando los gérmenes y atacándoles con células sanguíneas blancas. «Antes de los dos años, necesitas las amígdalas para bloquear infecciones. Después, el sistema inmune comienza a madurar, se crean anticuerpos y las amígdalas son cada vez menos necesarias».

Para evitar las prácticas extremas del pasado, grupos de médicos han creado criterios para orientar a los médicos y pacientes. De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, un niño es candidato para una operación de amígdalas después de tener un mínimo de cuatro infecciones de la garganta en un año.

El criterio adicional de la Academia Americana de Otorrinolaringología es la dificultad para respirar o tragar, apnea del sueño o respiración interrumpida. Estas son señales de que las amígdalas y adenoides están obstruyendo las vías respiratorias, causando a veces falta de sueño y problemas de comportamiento. Escondidas por el paladar suave, las adenoides son igualmente glándulas linfáticas. Muchos niños con frecuencia se quejan de que le cuesta trabajo tragar y de que roncan muy fuerte.

Según Dougherty –cuyo hospital recibe muchos niños desde Latinoamérica, incluso de República Dominicana, para tratamientos diversos– los factores importantes que considerar antes de optar por la cirugía son: cuán enferma está una persona, los tipos de infecciones de la garganta que ocurren, y la efectividad de los tratamientos, así como si el niño tiene problemas respiratorios.

El doctor Dougherty puso el e-mail International@baptisthealth.net a disposición de las madres que deseen mayores detalles acerca de la amigdalitis y el procedimiento de coblación u «ablación fresca».

En República Dominicana, según explicó el otorrinolaringólogo Ramón Franco, del Centro de Medicina Avanzada Abel González, la mayoría de los especialistas emplea, para amigdalectomía, el método tradicional de las tijeras. En menor medida –Franco es uno de ellos- se usa el electrocauterio, especie de cuchillo eléctrico que donde corta no hay sangrado y que permite un procedimiento más rápido. Y en mucho menor cantidad se usa el láser, ya que solo hay un centro donde se practica).