Nueva temporada de “Los Sopranos” pone la guinda a la serie

Nueva temporada de “Los Sopranos” pone la guinda a la serie

SAN FRANCISCO, EEUU.- La espera de casi dos años ha merecido la pena: «Los Sopranos» inicia este fin de semana su nueva y última temporada, que promete ser la guinda a la serie más popular y, en opinión de muchos, mejor de la pequeña pantalla.

Tras mantener en vilo a sus seguidores durante 21 meses -un paréntesis que otra serie menos exitosa no se podría permitir-, los mafiosos irrumpen este domingo en la televisión por cable como elefante en cacharrería.

Los «fans» de la serie (prácticamente cualquiera que la haya visto, ya que el producto es altamente adictivo) pueden ir descorchando el Chianti para disfrutar de los próximos doce capítulos, más un bono de otros ocho a partir de enero.

«El primer episodio consigue que tu cerebro dé un brinco para recordarte lo buena que es esta serie», opina el crítico de televisión del «San Francisco Chronicle» Tim Goodman.

En la nueva temporada, el antihéroe Tony Soprano (James Gandolfini) vuelve a sintonizar con su esposa Carmela (Edie Falco) y el matrimonio disfruta de un poco de calma después de la tormenta alrededor de platos de sushi.

El elemento culinario vuelve a tomar un gran protagonismo, sólo que ahora en lugar de la pasta, es la comida japonesa la que concede momentos de sosiego a la ajetreada psique de la familia.

La serie vuelve, en su sexta temporada, a los elementos básicos que le hicieron tan exitosa, a envolver los grandes problemas en detalles banales, y a menudo cómicos, pero que con frecuencia tienen un final trágico, bañado en sangre.

Como en anteriores ocasiones, la nueva temporada va tomando forma a partir de pequeños detalles, como escenas de viejas series de televisión o películas que sirven para ilustrar los problemas del presente, o un montón de sueños, incluido uno en el que aparece el fantasma de Adriana, asesinada en la temporada anterior.

En cuanto a los protagonistas, A. J. (Robert Iler) continúa en su papel de hijo malcriado de Tony, mientras que Meadow (Jamie-Lynn Sigler) es, cada vez más, la hija ideal.

Janice (Aida Turturro), la hermana de Tony, y su marido Bobby (Steve R. Schirripa) tienen una niña, pero eso no quita para que Janice siga siendo tan insoportable como siempre.

Y tras estos nuevos capítulos, nada: éste es el final, asegura David Chase, creador de la serie, quien según señaló en una entrevista reciente, desde hace dos años sabe cómo va a terminar aunque, en una concesión a sus seguidores, no descarta volver en forma de película.

En cuanto a Gandolfini, el actor planea protagonizar un film sobre el escritor Ernest Hemingway.

La figura de Tony es la clave de la serie, diseñada en torno a su punto de vista.

Según Chase, nada ilustra mejor esta idea, que separa a «Los Sopranos» de otras historias sobre gánsters, que su psiquiatra, la doctora Melfi (Lorraine Bracco) quien, junto con a los problemas que tuvo el mafioso con su odiosa madre, «abre esa cara femenina de Tony».

«Antes todo era sobre los hombres. Pero ahora tenemos un nuevo aspecto sobre él», dice Chase.

La doctora Melfi asume protagonismo cuando Tony vuelve a acudir a la consulta machacado por su ansiedad y ella le regaña: «Después de todo este tiempo», le dice, «todavía no puedes aceptar que tenías una madre que no te quería».

No todas las reseñas sobre la nueva temporada son favorables.

Algunos críticos han expresado confusión ante la cantidad de nuevos personajes y datos, así como lo que han calificado de narrativa poco coherente.

Pero quizá ello se deba al alejamiento de «Los Sopranos» de los elementos sobre los que tradicionalmente se construyen las series.

Las mejores series de televisión son aquéllas en las que dos cosas opuestas son ciertas al mismo tiempo, señala la crítica del «The New York Times» Alessandra Stanley.

«Los Sopranos», señala, constituyen el ejemplo perfecto: ha agotado el material y continúa siendo increíblemente fresca; es muy divertida, pero también mortalmente seria.

Para Stanley, esta temporada podría ser la más creativa y ricamente imaginada hasta la fecha: «Comienza en algo ya conocido, pero algo nuevo y totalmente sorprendente ocurre».

Y es que, como dice el crítico Goodman, lo que vemos es «una magnífica hoguera de creatividad consolidada». EFE

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