Nueva versión de “Roseanne” incluye a Trump

Nueva versión de “Roseanne” incluye a Trump

LOS ÁNGELES. — Roseanne Barr luce más glamorosa y John Goodman más delgado. Pero el sofá ordinario tapizado a cuadros es señal de que la nueva “Roseanne” de ABC no ha abandonado sus raíces.

La familia Conner de clase trabajadora y la época en la que viven son el centro de esta nueva versión, al igual que lo fueron en la exitosa serie de comedia transmitida de 1988 a 1997, inspirada en los monólogos de Barr. “Roseanne” se estrena el martes a las 8 p.m., hora del este, con un episodio de una hora.

La posibilidad de actualizar la comedia era emocionante “siempre y cuando nos permitieran contar historias relevantes y auténticas” sobre personajes de clase baja, dijo Tom Werner, productor de ambos programas.

Ese enfoque, notable en los 80 cuando la serie entró a un universo televisivo relativamente pequeño, sigue siendo raro pese a la gran cantidad de programas en televisión abierta, cable y servicios de streaming.

Fuera de su rentabilidad, la industria tiene poca consideración artística para esas temáticas. “Roseanne” nunca ganó un Emmy a la mejor comedia de situación en su largo tiempo al aire, sumándose a programas desairados sobre pobres que tampoco fueron reconocidos, como “Married with Children” y “The Middle”. (Barr y la coprotagonista de “Roseanne” Laurie Metcalf sí fueron premiadas como actrices).

“Es desconcertante que ‘Roseanne’ nunca fuera nominada a mejor serie de comedia en los Emmy pese a haber ganado el Globo de Oro a la mejor comedia, un Peabody y haber estado entre los 10 programas con mayor rating de Nielsen año tras año”, dijo Tom O’Neil, autor de “The Emmys” y editor del sitio especializado en premios Gold Derby.

Pero la perspectiva del programa podría tener más peso ahora.

La campaña presidencial del 2016 “fue una llamada de atención sobre que había un gran grupo de votantes frustrado con el statu quo” marginado por la economía, dijo Werner. “Lo que nos interesa hacer es contar historias honestas sobre una familia que está en contra de esto”.

Donald Trump 6

En “Roseanne”, el debate político se produce entre la matriarca Roseanne, quien apoya al presidente Donald Trump, y su hermana Jackie (Metcalf), quien es una dura opositora.

“Él habló de empleos” y de cambiar las cosas, dice Roseanne sobre Trump en una escena. “Sé que esto podría sorprenderte, pero casi perdemos nuestra casa por cómo estaban las cosas”.

“¿Has visto las noticias? Porque ahora las cosas están peor”, le responde Jackie.

“No en las noticias reales”, dice Roseanne.

El amor fraternal difumina la tensión, con chistes que buscan hacer sentir lo mismo a los espectadores. Aún está por verse si una comedia puede ser un punto de encuentro para un país dividido, como lo fue alguna vez “All in the Family”.

Durante una sesión de preguntas con críticos de la televisión en enero, Barr al principio esquivó una pregunta sobre si su propio punto de vista político (la actriz apoyó a Trump) influyó en el de su personaje. “Adelante Bruce”, le dijo al productor de la serie Bruce Helford invitándolo a responder. Pero Barr, quien generalmente es directa y también es guionista y productora del programa, terminó por contestar.

“Siempre he tratado de hacer un retrato realista del pueblo estadounidense y de la clase trabajadora, y de hecho fue la gente de clase trabajadora la que eligió a Trump. Así que me pareció que era muy realista, y algo que debía discutirse”, dijo Barr.

Lo mismo pasa con quienes “se odian unos a los otros por la forma en que votaron, lo cual no me parece estadounidense. Así que quería ponerla (a la serie) justo en el medio, y lo hicimos”, dijo Barr, quien agregó que no es una defensora del presidente y no está de acuerdo con todo lo que ha dicho y hecho, incluyendo algunas cosas “locas”.

Sean las discusiones sobre la Casa Blanca o la crianza de los hijos en la mesa familiar, los diálogos tienen el mismo ímpetu y agarre que en la serie original. La explosiva risa distintiva de Roseanne se mantiene intacta, aunque ella es menos susceptible. Y la familiaridad hará sentir cómodos a los espectadores, pues el elenco es casi el mismo de antes.

Los hijos de los Conner están de regreso, incluidos Sara Gilbert en el papel de Darlene, Michael Fishman como D.J. y Lecy Goranson como Becky. Sarah Chalke, quien interpretó a Becky en las últimas temporadas, interpretará a un nuevo personaje, y entre los actores invitados Estelle Parsons y Sandra Bernhard retomarán sus papeles.

El regreso de Goodman requirió un poco de magia, dado que Dan murió de un ataque cardiaco en la temporada final original. El cambio se maneja con un guiño en el primer episodio de la nueva temporada y Werner no se disculpa por reescribir la historia de la televisión, como hizo el “Dallas” original cuando cambió la muerte de un personaje a una secuencia de sueño.

“Aprecio el microscopio bajo el cual está el programa, pero prefiero ver a John Goodman que no verlo en estos episodios”, dijo.

La reacción de Goodman: “Me pareció que fue una manera inteligente de hacerlo, manejarlo y hacerlo a un lado”.

Si los primeros nueve episodios de la nueva versión resultan populares, Barr y los demás han expresado su entusiasmo por hacer otra temporada. Werner dijo que espera que el público acepte lo que es clave para el programa, más allá de los chistes y los acontecimientos de actualidad.

Es “emotivo”, dijo. “Definitivamente hay momentos muy dolorosos que van junto con la comedia”.

 

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