Un área en el cual los gobiernos dominicanos han sido incesantemente recurrentes es el referente a nuestras relaciones con el vecino país Haití. Sin contar los múltiples convenios firmados previamente, en los últimos tiempos se han rubricado acuerdos en materia de comercio, aduanas, salud, turismo y medio ambiente en procura de impactar positivamente el clima de negocios entre ambos países.
En ese contexto se enmarca el viaje del Canciller Vargas Maldonado quien ha logrado la eliminación de las restricciones a los veintitrés productos dominicanos, impedidos de acceder al mercado vecino, así como la reactivación de la Comisión Mixta Bilateral que habrá de trabajar en la elaboración de un tratado comercial entre ambas naciones.
A contrapelo de los aspectos culturales, sociales, políticos y económicos que han generado reacciones viscerales y emotivas en ambas naciones, Haití es el segundo socio comercial de la Republica Dominicana, superando los 1,400 millones de dólares la balanza comercial entre ambos países.
Esta acción de la Cancillería Dominicana deberá contar con el apoyo de los miembros que conforman la Iniciativa Empresarial Quisqueya, como organismo que promueve y fomenta proyectos de inversión binacionales, enfocando la gestión de manera conjunta con una perspectiva innovadora, orientada a promover y proyectar la identificación y generación de proyectos de inversión que impulsen la creación de empleos y el desarrollo económico de ambos pueblos. Esto así, porque como afirma un estudio del Banco Mundial realizado años atrás, «las políticas de integración comercial en la isla deberían ir mas allá de una política de márgenes intensivos (un aumento de las exportaciones de productos existentes por parte de las empresas que ya los exportan) e incluir medidas enérgicas para promover el comercio con margen extensivo (comercio de nuevas empresas o de nuevos productos hacia nuevos destinos).