Nueva York, ciudad de parques únicos

Nueva York, ciudad de parques únicos

EFE. Reportajes. La ciudad de los grandes rascacielos está viviendo un florecer de parques únicos en los que la imaginación y el diseño se unen para transformar infraestructuras abandonadas, galerías de arte o viejas vías de tren en nuevos espacios verdes para la ciudad que ya cuenta con uno de los parques citadinos  más famosos del mundo, Central Park.

Para los muy urbanos neoyorquinos, la vida de la ciudad también pasa por disfrutar de los espacios verdes, de los que tienen muchos y muy variados. Desde su famoso pulmón verde, Central Park,  hacia el norte de la ciudad, hasta el famoso “High Line”, o el parque subterráneo de Delancey, o las pequeñas plazas que se han habilitado como espacios verdes, muchas veces por los propietarios de los edificios adyacentes, todos son lugares para el esparcimiento y el disfrute.

Parque subterráneo con luz natural. Puede que el más llamativo de esos proyectos sea el Delancey Underground, también conocido como “Low Line” (línea baja), que busca transformar  una vieja estación subterránea de tranvías construida en 1903 y que lleva décadas abandonada, en el subsuelo de la Gran Manzana en un parque con luz natural.

“Con una tecnología que crea una simulación del cielo, el espacio no se va a parecer a ningún otro en el que haya estado jamás.

Tendrá, por un lado, este legado histórico, pero por el otro lado funcionará como cualquier parque, tendrá árboles y césped naturales para que la gente lo disfrute”, explicó a Efe James Ramsey, quien impulsa este proyecto junto al arquitecto Dan Barasch.

Ramsey llevaba trabajando durante años en un dispositivo de cables ópticos que concentra la luz solar de la superficie y la redistribuye bajo tierra, lo que permite que crezcan plantas en un espacio subterráneo, por lo que decidió aplicar esa técnica en la enorme y abandonada estación de tranvías.

“Estaba trabajando con un antiguo ingeniero de la Autoridad Metropolitana del Transporte (conocida como MTA, por siglas en inglés) que me contaba todas estas historias sobre los espacios perdidos debajo de Nueva York y me interesé muchísimo por ellos”, relata Ramsey, quien todavía  habla con emoción al describir la sorpresa que se llevó cuando descubrió que uno de ellos estaba, precisamente, debajo de su oficina en la calle Delancey, al sur de Manhattan.

El emprendedor explica cómo esta vieja estación, un lugar oscuro y algo lúgubre por el abandono de las últimas seis décadas, tiene también un sabor especial gracias a su legado histórico, a sus altísimos techos y a las vías del tranvía que permanecen casi intactas pese al paso del tiempo. Si Ramsey y Barasch consiguen finalmente transformar esa estación subterránea en el  parque Low Line.

Zoom

Vieja estación

El más llamativo de esos proyectos es el Delancey Underground, también conocido como “Low Line” (línea baja), que busca transformar en un parque con luz natural una vieja estación subterránea de tranvías construida en 1903.

El sueño de convertir un espacio cerrado en una nueva zona verde para la Gran Manzana es una realidad gracias a Park Here, que convierte cada invierno una gran galería del barrio de NoLIta en un parque público.

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