Nueva York fue el lugar donde logró llevar su arte a la cúspide. Su trabajo artístico es una confluencia de disciplina, perseverancia y talento Un artista dominicano que conquistó el sueño americano

Nueva York fue el lugar donde logró llevar su arte a la cúspide. Su trabajo artístico es una confluencia de  disciplina, perseverancia  y talento  Un artista dominicano que conquistó el sueño americano

Oscar Abreu, artista plástico y escultor dominicano que llegó a Estados Unidos a los 16 años, cree que aterrizó en la meca de su oficio, y así lo ha sabido aprovechar. Su obra ha estado expuesta en varios museos de New York, donde también tiene su propio taller de arte y una sala de exposiciones denominada Galería 179.
Este reconocido artista, con más de 33 exposiciones individuales a nivel internacional, es el fundador del Centro Abreu y de la feria de arte Artforo, plataforma que usa para cultivar la sensibilidad artística de la diáspora dominicana.
Abreu, quien además es el padre del movimiento artístico psico-expresionismo, nos cuenta sobre su gran pasión por el lienzo y el pincel, así como las barreras que ha tenido superar en suelo norteamericano para poder triunfar como artista.
¿Qué tan difícil ha sido para usted consolidar su carrera en Estados Unidos? Con el tiempo he aprendido que la dificultad es lo que le da sabor a las cosas que conquistamos, el mundo del arte no es fácil, la mayoría de gente no lo sabe y solo lo ve como objetos decorativos, no entienden que es una forma de inversión que puede garantizarle grandes beneficios, claro cuando se hacen las inversiones correctas, teniendo esto claro he desarrollado mi propia estrategia y consiste sencillamente en educar a otros talentos y la verdad es que no existe nada más estimulante que mostrarle el camino a una persona y que se convierta en un nuevo coleccionista.
¿El artista dominicano tiene que salir de RD para que su talento sea apreciado? No lo veo así, pero si definitivamente su obra debe expandirse. Ahora bien un artista tiene que descubrir el mundo ya sea viajando, en los libros y ahora es mucho más fácil con la magia del Internet, para formarse.
¿Cómo ve el desarrollo de las artes plásticas en la República Dominicana? Tenemos artistas con mucha calidad, con técnica y factura muy impresionante, y con muy buenas propuestas, pero creo que tenemos que trabajar de manera más integrada e inteligente al punto que se puedan utilizar de manera más efectiva los recursos, tenemos consulados y embajada alrededor del mundo en las mejores ubicaciones de igual modo oficinas de turismo que no hacen nada por el arte dominicano.
Un artista no un artesano; un artista que tenga un compromiso con su obra con su propuestas, se lleve y se anuncie en esta plataforma ya existente por ejemplo la maestra Rosa Tavares quien acaba de recibir el Premio Nacional de Artes Visuales 2017.
Yo entiendo que todos los consulados y todas las oficinas de turismo que representan la República Dominicana alrededor del mundo, deberían de hacer eco de esta noticia y en poco tiempo veremos gente de toda parte del mundo viajando a la República Dominicana para conocer y descubrir el arte dominicano.
¿Qué le hace falta al arte plástico de la República Dominicana para desarrollarse en su máximo esplendor? Educación, que podamos creer e invertir y apostar en nuestro artista, porque el arte es un símbolo de poder y es la más alta y elevada representación de estatus.
¿Qué necesita un artista para triunfar en tierras extranjeras? Ser auténtico y creer en sí mismo y nunca dejar de trabajar en su obra.
¿Cual ha sido su clave de éxito? Disciplina es la clave, trabajo todos los días en mi taller pero también visito con frecuencia las exposiciones y eventos culturales para mantenerme actualizado.
¿Cómo define el arte que presenta en sus obras? Mis creaciones artísticas son una extensión de mis vivencias, son testimonios de mí ser. Son una representación de las emociones que dictan y revelan mis impulsos más profundos. Estos impulsos se originan de mi ansiedad y curiosidad por entender el fenómeno de la personalidad.
En 1994, bautice mi estilo artístico como psico-expresionismo. Desde entonces me he dedicado a la observación del fenómeno del comportamiento humano, he estudiado a grandes pensadores con el fin de no solo entender más bien buscando una fórmula de que ciertas teorías científicas puedan ser representadas con imágenes y símbolos.
Las ideas que propongo con mi arte no son más que mis interpretaciones sobre la dinámica de la naturaleza humana y el fenómeno de la memoria. Creo que la personalidad es la repuesta a la lucha por la sobrevivencia.
¿A qué artistas plásticos admira y en qué forma estos han influido en su línea como artista? De la República Dominicana a los maestros Domingo Liz y Freddy Javier y por supuesto la maestra Rosa Tavárez, a Domingo y Freddy me han fascinado ambos porque han logrado integrar su entorno con magia y gracia en sus obras de manera muy personal y auténtica.

Y en la obra de Rosa Tavárez veo el fuego y la dinámica de su personalidad, traducida al lienzo en una total entrega sin limitaciones ni atadura.
“Ojalá que un día mi obra pueda provocar esa sensación en el espectador”.
¿Qué le aconseja a los jóvenes artistas emergentes? Aconsejo a los jóvenes de mi país que se enfoquen en trabajar siempre y en ser auténticos con su arte con integridad y honor y dejar en la manos de Dios el milagro del éxito.

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