El Consejo Municipal de Nueva York aprobó este jueves una ley que obliga a las cadenas de restaurantes con 15 o más locales a marcar con un ícono específico los alimentos que tengan una gran cantidad de azúcar.
Concretamente, estas cadenas deberán guiarse por los niveles de azúcar añadido recomendados por la U.S Food and Drug Administrations (FDA) o el Department of Health and Mental Higiene (DOHMH), y complementa una ley previa adoptada en 2022.
Un estudio elaborado por la Universidad de California en Davis, en 2021, y publicado en julio en la revista Preventive Medicine, reveló que mostrar la cantidad de azúcar añadido que contiene un alimento puede educar a las personas en el consumo responsable de azúcar y convencerles de elegir una opción más saludable.
Según el sondeo de la Universidad de California, elaborado con una muestra de más de 1.300 adultos, el consumo excesivo de azúcar aumenta el riesgo de padecer Diabetes tipo 2, la séptima causa de muerte en Estados Unidos, así como incrementa la posibilidad de sufrir enfermedades relacionadas con el hígado o problemas dentales.
La obesidad y los problemas del corazón, clásicos en Estados Unidos
La agencia nacional de salud, conocida como Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), asegura que, antes de la pandemia, la obesidad afectaba a 100 millones de adultos (41.9 %) y a 14.7 millones de niños (19.7 %) en Estados Unidos.
En Nueva York, aproximadamente 2 de cada 3 adultos tienen obesidad (29.1 %) o sobrepeso (34.5 %), siendo las más afectadas las personas negras, no hispanas (36.8 %) y los adultos hispanos (33.5 %), según datos del Departamento de Salud de la ciudad.
El nivel educativo y la renta pueden influir en el riesgo de padecer obesidad, de acuerdo al Departamento de Salud de Nueva York; esta condición es menos común en adultos con una carrera universitaria (22.8 %) y en adultos con ingresos en el hogar superiores a 50.000 dólares al año (27.3 %).
Por otro lado, según datos del Ayuntamiento de Nueva York, alrededor de 695.000 personas mueren al año por una enfermedad del corazón, y aproximadamente 805.000 estadounidenses sufren un ataque al corazón cada año.
En 2020, el 7.3 % de neoyorquinos sufrió un ataque al corazón, una enfermedad coronaria o un derrame cerebral, y un 18.9 % de adultos mayores de 65 sufrió algún tipo de enfermedad cardiovascular.