Nueva York.– Varios miles de personas se reunieron hoy en las inmediaciones del World Trade Center de Nueva York para rendir tributo a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en el decimoséptimo aniversario de la tragedia.
La Gran Manzana recordó el 11S con una emotiva ceremonia en la que familiares de los fallecidos leyeron los nombres de las casi 3.000 personas que perdieron la vida en los ataques de aquel día.
A los pocos minutos de arrancar el acto, a las 8.46 hora local (12.46 GMT), los asistentes guardaron un primer minuto de silencio para recordar el momento exacto en el que el primer avión golpeó las Torres Gemelas.
A lo largo del acto se han realizado seis pausas para marcar también el choque del segundo avión en el World Trade Center, el que golpeó el Pentágono en Washington, el que se estrelló en Pensilvania y el derrumbamiento de las dos torres neoyorquinas.
Junto a las familias, numerosas autoridades estaban presentes en la ceremonia, incluidos el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y el gobernador del estado, Andrew Cuomo. Además, pudo verse entre otros a los exalcaldes neoyorquinos Rudy Giuliani y Michael Bloomberg, o a la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, muy emocionada.
La ciudad, envuelta en una densa niebla, mantenía hoy las banderas a media asta y muchas iglesias hacían repicar sus campanas durante los momentos de silencio fijados en recuerdo de los ataques.
Aunque la mayor parte de los familiares que participaron en la ceremonia se limitaron a leer los nombres de las víctimas o a dedicar un breve recuerdo a sus seres queridos, algunos entre sollozos, uno de los primeros en subir al podio aprovechó el momento para pedir que se deje de usar la tragedia con fines políticos.
“Por favor, dejen de usar los huesos y las cenizas de nuestros seres queridos como decorado en su teatro político”, dijo un familiar de las víctimas, que perdió a su madre de 76 años el 11S.
Los familiares, supervivientes, equipos de emergencias y autoridades que se dieron cita en el Bajo Manhattan estuvieron acompañados por una guardia de honor formada por miembros del Departamento de Policía de Nueva York y de los servicios de bomberos de la ciudad.
Un grupo de gaiteros de ambos cuerpos, con una fuerte tradición irlandesa, abrió la ceremonia escoltando una bandera estadounidense antes de la interpretación del himno nacional.
Los actos se celebran en la llamada “zona cero”, donde ahora se encuentra un memorial y un museo del 11S y donde, tras años de obras, se comienza a recuperar la normalidad.
Tras la inauguración en 2014 del One World Trade Center, la conocida como “Torre de la Libertad”, otros rascacielos y servicios públicos se han unido en los últimos años al complejo y han devuelto la vitalidad a una zona que quedó completamente destrozada en 2001.
En los últimos días, se reabrió finalmente la estación de metro de Cortlandt Street, que había permanecido cerrada desde los atentados, cuando partes del World Trade Center se hundieron sobre ella.