REDFIELD, Nueva York, EE.UU. (AP).- Las nevadas que durante 10 días sepultaron a varias comunidades del estado de Nueva York acabaron ayer, luego de haber dejado casi cuatro metros de nieve en algunas zonas.
Extraoficialmente, las ventiscas de nieve, alimentadas con la humedad de los Grandes Lagos, arrojaron un total de 3,71 metros de nieve en Redfield, un poblado de 650 personas en el límite de la meseta de Tug Hill, el cinturón de nieve del estado de Nueva York.
Si esas cifras se confirman, romperían el récord estatal de 3,23 metros de nieve que cayeron en la cercana Montague durante siete días que acabaron el 1 de enero del 2002, informó Steve McLaughlin, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología en Buffalo.
Un representante de esa oficina federal estaba dirigiéndose a Redfield el lunes para verificar la precipitación total reportada por un voluntario. Los residentes de este poblado del estado de Nueva York no parecían sorprendidos ni desconcertados. Redfield, cuya economía gira alrededor de los vehículos para nieve y de los servicios para los esquiadores, recibe un promedio anual de 6,85 metros.
«Es nieve. Recibimos mucha ¨Qué hay con eso?»», dijo Allan Babcock, un residente de toda la vida que posee el restaurante Shar»s Country Diner, popular en este poblado.
El gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, sin embargo, ya declaró una emergencia estatal por desastre en el condado de Oswego. Una de las comunidades de ese condado, Parrish, había recibido 2,92 metros de nieve hasta las primeras horas del domingo.
Otros poblados de la región, como Mexico, North Osceola y Scriba, registraron 2,61, 2,51 y 2,38 metros respectivamente. La ciudad de Oswego recibió 2,15 metros.
La cantidad de nieve acumulada creó escenas que parecían surrealistas. Una casa parecía estar envuelta en un capullo blanco, pues la nieve sepultó la puerta delantera y bloqueó las ventanas.
«Nunca había visto tanta nieve en un solo momento»», afirmó Jim Bevridge, de 47 años, un residente de Timmonium, Maryland. Las persistentes tormentas de nieve que han azotado el condado durante más de una semana finalmente acabarán el lunes, vaticinaron los meteorólogos.
“Tenemos un frente atmosférico fuerte el lunes que va a echar fuera todo esto. Quizás tengamos una ventisca más de nieve, pero entonces concluirá. Finalmente, un poco de misericordia»», agregó McLaughlin.