Lima. Las filtraciones de las declaraciones que los exdirectivos de la constructora brasileña Odebrecht han brindado a los fiscales peruanos, en la ciudad de Curitiba, apuntan hoy a que la situación del expresidente Ollanta Humala, su esposa Nadine Heredia, y exfuncionarios del gobierno de Alan García, se complicará por presuntos pagos ilícitos.
Según informó este viernes el diario El Comercio, el exgerente de Relaciones Institucionales de Odebrecht, Raymundo Trindade, señaló a la pareja de esposos Nadine Heredia y el expresidente Ollanta Humala, del Partido Nacionalista Peruano, por presuntamente haber recibido sumas de dinero de la constructora.
El exdirectivo de Odebrecht aseguró que estuvo presente en la reunión que tuvo lugar en un inmueble de propiedad del expresidente, en la que Jorge Barata, exrepresentante de la compañía en Perú, le entregó 1 millón de dólares a la ex primera dama para la campaña del 2011 de Humala.
No obstante, el abogado de la pareja, Julio César Espinoza, negó este viernes ante la prensa en Brasil parte de esa declaración.
“Raymundo Serra no ha presenciado ninguna entrega de dinero. Esa es su declaración precisa. Ha dicho que ha acompañado, según su versión, a Barata al distrito de Miraflores (Lima), en la avenida Armendáriz, donde fue la reunión”, apuntó la defensa.
En febrero de 2017, el diario El Comercio y la revista Caretas señalaron que Barata confesó a la Fiscalía peruana que entregó 3 millones de dólares para la campaña presidencial de Humala de 2011 en la que resultó ganador.
Barata precisó que una parte del dinero fue dado directamente en mano a Heredia, en una vivienda que Humala tiene en Lima, mientras que otras remesas fueron entregadas a través de los publicistas brasileños Luis Favre y Valdemir Garreta.
Por su parte, según informa el diario La República, el jueves último Luiz da Rocha Soares, ex tesorero internacional de Odebrecht, declaró ante los fiscales peruanos la forma en que operaba el sistema de coimas de la constructora.
Soares reveló que para obtener los fondos, la compañía recurría a contratos ficticios para que luego el dinero recorra hasta cuatro compañías offshore antes de llegar al beneficiario final.
Anotó que hasta el 2006 o 2007 la División de Operaciones Estructuradas, también llamada Caja 2, realizaba las transferencias casi directamente, pero que a partir del 2008 se procedió a dar un montaje jurídico por las políticas de buenas prácticas de los bancos.