La constante búsqueda de la personalización de los ambientes hace identificar estos elementos con su entorno circundante

Los destellos plateados que emiten las griferías se perciben nada más al cruzar la puerta del cuarto de baño.

Las llaves que coronan el lavamanos constituyen el centro de un ambiente hecho al pedido de sus deseos. Siguiendo los rigores de la moda actual, los catálogos de las firmas continúan apostando por los cromados en brillo o mate y por los diseños sin estridencias, haciendo convivir en perfecta armonía la línea y la curva.

Las posibilidades de colocación de estos sistemas conductores de agua van desde el encastramiento en el propio lavamanos hasta su ubicación en la pared o en la encimera. Además, la constante búsqueda de la personalización, identifica estos elementos con su entorno circundante gracias a la aplicación de remates de cristal, de madera o de colores, haciendo caminar a los grifos en la misma dirección que el mobiliario de almacenamiento presente en esta estancia.

Por si esto fuera poco, los diseñadores de las marcas más prestigiosas del mercado son capaces de volcar en estos artilugios de origen humilde un toque de belleza singular que enriquece su estructura, convirtiéndoles en pequeñas obras arquitectónicas al servicio de la higiene.

En el mercado es posible encontrar una gran variedad de grifos que se acomoden a la decoración de su baño, fregadero o lavadero, así como también a sus necesidades de bienestar y exigencias decorativas.