POR MARIO MÉNDEZ
 La promulgación de las leyes que crea la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo podrían implicar una reestructuración institucional y administrativa del Banco Central y de lo que habían sido el secretariado técnico de la Presidencia y la secretaría de Finanzas, se comentó en círculos económicos.

De acuerdo a lo explicado, como resultado de la promulgación de ambas leyes, la función del Banco Central se limitará al manejo de la política monetaria y dejaría de realizar funciones que durante mucho tiempo asumió para llenar un vacío institucional, como son la del manejo de la política de deuda pública y la de planificación, seguimiento y evaluación de la política económica del país.

En cambio, se indicó que el secretariado técnico de la Presidencia pasa a liderar el equipo económico del gobierno y en tal condición asumirá la planificación, coordinación, desarrollo y evaluación de la política económica del país.

En consecuencia, la Oficina Nacional de Planificación (ONAPLAN), pasa a ser una subsecretaría de Planificación de esa secretaría de Estado, en virtud del decreto 13-07, mediante el cual el Poder Ejecutivo oficializó las nuevas secretarías creadas por ley.

Asimismo, la secretaría de Finanzas, que durante muchos años prácticamente se limitó a llevar un registro de los ingresos tributarios, pasa a asumir el control de la política fiscal del gobierno, incluido el gasto público y todo lo que tiene que ver con el endeudamiento público. De hecho, este proceso se había iniciado hace unos cinco años, por exigencia de los organismos internacionales.

Serán dependencias de la Secretaría de Hacienda la Dirección General de Impuestos Internos, la Dirección General de Aduanas y la Oficina Nacional de Presupuesto.

“Las críticas, infundadas o no que se hacían al Banco Central por los indicadores económicos divulgados podrían desaparecer ya que la responbilidad de la divulgación de las estadísticas sobre el comportamiento de la economía sería de la Secretaría de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo, por lo cual no se podría alegar, por ejemplo, que para cumplir su meta de inflación, el Banco Central acomoda las estadísticas de precios, las cuales podrían en lo adelante ser manejadas por la nueva secretaría creada”, se explicó.

Se consideró “sano que el Banco Central se limite al manejo de la política monetaria y, consecuentemente, a asegurar la estabilidad de los precios, que es la meta de la autoridad monetaria en todas partes del mundo”.

No obstante, se indicó que las nuevas funciones que asumen las dos secretarías creadas, las obligarían a reforzar sus equipos técnicos y sus estructuras administrativas, proceso que ya ha sido iniciado y que, según se explicó, podría implicar transferencias de técnicos del Banco Central a esas nuevas carteras.

La Ley No. 496-06, que crea la Secretaría de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo (SEEPYD), establece en su artículo 2 que esa cartera “es el Órgano Rector del Sistema Nacional de Planificación e Inversión Pública” y “tiene la misión de conducir y coordinar el proceso de formulación, gestión, seguimiento y evaluación de las políticas macroeconómicas y de desarrollo sostenible para la obtención de la cohesión económica, social, territorial e institucional de la nación”.

La nueva ley también establece que esa secretaría podrá crear dependencias desconcentradas territorialmente para el cumplimiento de sus objetivos.