BOGOTA (AP).- Las lluvias no dan tregua en Colombia y al menos 8.000 personas quedaron con sus casas inundadas en una región del noroeste del país luego de que desbordara un embalse. 

“No hay nada más que hacer sino rezar (para) que deje de llover”, dijo el viernes Alfredo Solano, presidente de la empresa Urrá S.A., la hidroeléctrica y embalse que se alimenta del río Sinú.  

Las aguas del embalse se desbordaron en la víspera llegando a por lo menos ocho de los 200 barrios de Montería, capital del departamento de Córdoba, unos 500 kilómetros al noroeste de Bogotá.  

En esas ocho barriadas unas 2.500 familias –alrededor de 8.000 personas– vieron sus casas sumergidas hasta la mitad y están siendo evacuadas a colegios públicos que sirven de albergues provisionales, dijo el alcalde de Montería Marcos Pineda.  

“Los pronósticos del Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales) no son nada alentadores” porque seguirá lloviendo los próximos días, agregó telefónicamente el alcalde de Montería, una población de unos 400.000 habitantes dedicados principalmente a la ganadería y la agricultura de plátano, arroz y algodón.   Dijo que no se han producido víctimas fatales y que carecía de inmediato de cálculos sobre cuántas hectáreas de cultivos se han visto anegadas.  

 El embalse, con una capacidad máxima de 1.800 millones de metros cúbicos de agua, está al tope porque en los últimos meses ha recibido del río volúmenes mayores al promedio anual de 350 metros cúbicos por segundo, dijo Solano en diálogo telefónico.  

Las lluvias de la segunda mitad del año –la primera temporada de lluvias va de marzo a junio y la segunda de septiembre a diciembre– han sido las más intensas en décadas.

El gobierno del presidente Juan Manuel Santos informó que los daños son “incalculables” porque unas 600.000 hectáreas de cultivos de las cinco millones que hay en el país están parcial o totalmente inundadas, mientras unas 3.000 viviendas han sido destruidas y decenas de vías han quedado bloqueadas por aludes de tierra o se han roto.  

 Al menos 279 personas han muerto debido a deslaves, aludes e inundaciones en lo va del año según un balance del Ministerio del Interior. En 2009 los aguaceros habían provocado la muerte de 100 personas.