Berlín, (EFE).- La audiencia de Ansbach (sur de Alemania) condenó hoy a nueve años de reclusión a un joven de 19 años, declarado culpable de intento de asesinato en 47 casos por el ataque incendiario perpetrado en 2009 en su escuela.

La sala consideró probado que el encausado, Georg R., había actuado «con gran energía criminal», que su intención era matar a tantas personas como fuera posible y que actuó motivado por su carácter «arrogante e ímpetu asesino».

El ataque ocurrió en septiembre de 2009, cuando el entonces estudiante irrumpió armado con varios cócteles molotov, cuchillos y un hacha en el centro de educación secundaria Carolinum de la citada población bávara.

Primero, lanzó sucesivamente varios cócteles incendiarios en dos aulas y luego se lanzó con el hacha contra los escolares que huían del ataque.

En total, resultaron heridas quince personas, una de las cuales, una alumna, estuvo durante días entre la vida y la muerte.

El propio agresor resultó gravemente herido en el ataque, ya que recibió cinco disparos de la policía antes de ser reducido en los aseos, donde se había atrincherado con los cuchillos, el hacha y tres cócteles molotov.

Según la sentencia, el agresor actuó movido por el ansia de atraer la atención, por odio a sus semejantes y a sí mismo.

Además de los nueve años de reclusión, el joven deberá someterse por tiempo indefinido a una terapia en un centro psiquiátrico.

El ataque ocurrió seis meses después de la masacre provocada en otro centro escolar de la ciudad de Wiennenden (asimismo en el sur de Alemania) por otro joven de 17 años, que mató a 15 personas y luego se suicidó, tras irrumpir en el centro con las armas almacenadas en casa por su padre. EFE