Diario Libre, que arribó a su noveno aniversario ocupando un sitial importante en la aceptación del público, desde antes de su salida despertó interés por ser aquí pionero en el diarismo sin costo para el lector. Una vez en  manos de los lectores, fue acaparando interés por su diseño atractivo y dinámico, y por exhibir una gran capacidad de síntesis para acomodar mucho contenido cualitativo en poco espacio físico. Esa es una característica notable en materia de noticias y opinión.

 Ha sido un diario acostumbrado a llevar primicias y a dar seguimiento minucioso a los temas que desarrolla, sin temor a presentar la verdad en todos sus detalles. Todas esas particularidades tienen como complemento la  excelente calidad de su impresión y la agilidad de su reparto. Diario Libre llega a los lectores a horas tempranas y es uno de los factores que le han acreditado lugar especial.

Sin lugar a dudas, en nueve años  de existencia Diario Libre se ha afincado como  punto de referencia obligada a la hora de valorar agilidad y calidad de medios informativos. Su éxito ha sido el fruto de un proyecto bien concebido ejecutado por mentes y manos sintonizadas en un objetivo. Nuestro reconocimiento a su director, doctor  Adriano Miguel Tejada, y a todos los que con él impulsan este proyecto.

Crecimiento económico

El crecimiento de la economía de un país debería tener efectos directos y tangibles sobre la calidad de vida de los habitantes. No significa que, necesariamente, la gente perciba esta bonanza en sus cuentas personales, sino en el conjunto de servicios vitales que requiere la vida moderna. Debería servir para mejorar la disponibilidad de bienes y servicios, de plazas de trabajo, de obras de bien común y otros, sin que resulten dominantes las coyunturas políticas.

En el caso nuestro, cuando la economía decae los efectos se sienten en la población con mayor fuerza que si se tratara de bonanza. Regularmente el crecimiento o bonanza llega al público como noticia, pero no como impacto en las condiciones de vida. Los niveles de pobreza de la gente no son atenuados por el crecimiento de la economía. Para el diseño de las políticas sociales es necesario tomar en cuenta el crecimiento económico como elemento influyente y dinámico.