Aunque hace nueve años atrás su voz se apagó para siempre, él nunca se ha marchado. El ejemplo de su ejercicio comprometido, así como la forma en que defendía sus ideas y el bien común, hacen que don Mario Alvarez Dugan sobreviva al tiempo, sobre todo para los que tuvieron la fortuna de acompañarlo en esta casa mientras fue el director de este diario desde el año 1988 hasta el 13 de diciembre del 2008, día en que falleció.
Hombre de temple, imponente personalidad y gran corazón, don Cuchito, como le conocían todos, también dejó un importante legado a través de la formación de los profesionales que trabajaron con él: fue un maestro que, con las puertas de su despacho siempre abiertas, estaba presto a escuchar y orientar a quien lo necesitara.
Su columna, sin embargo, es lo que más recuerdan de él. La Coctelera, que salía cada día en la página 2A de Hoy, fue protagonista de la conciencia nacional durante años: a través de Magino, el “viejito vagabundón” que le servía de interlocutor, manejaba con gracia y humor los principales temas nacionales. Leerle era dar un paseo por la actualidad.
Alguna de sus columnas podrían escribirse hoy. “Jureles económicos hacen sugestiones para la reforma fiscal. Es su derecho. Tóquenlo todo. Eso sí, no jodan con la Renta. Dejen eso como está. Mejor ‘universalicen’ el Itebis, pero excluyendo de ese tributo los insumos agropecuarios. Los insumos para la salud sí deben estar gravados. Eso es, hasta cierto punto, una medida de control demográfico. Ya la globalización determinó que una forma de acabar con la pobreza es exterminando a los pobres”, dijo el 5 de abril del 2005.
Y el 26 de febrero del 2006 ,aseguraba esto: “Lo terrible del caso es que hay tantos vagabundos que invocan los nombres de los libertadores, a cada rato, para pregonar sus logros, y ellos, los vagabundos, hacen todo lo contrario de lo que recuerdan? ¿Cómo cree usted, Magino querido, que debe sentirse el alma de nuestro inmortal Juan Pablo Duarte ante la corrupción imperante, él, Duarte, que supo devolver pesos y centavos que le entregó el Estado en Santiago para el desempeño de una misión? ¿Cómo deben sentirse los espíritus de Matías Ramón Mella y el inmenso Francisco del Rosario Sánchez cuando observan tantos salteadores pronunciando sus nombres mientras asaltan el Erario?”.
¿Quién era él? Alvarez Dugan nació en Santo Domingo el 9 de abril del 1931 y era hijo de Virgilio Álvarez Pina y Catalina Dugan. Casó con Matilde Soto y procrearon a Jaime, Emil y Mario.
Periodista a carta cabal, amaba el periodismo y los deportes. Por ello, no es casualidad que inició su carrera periodística en la crónica deportiva, cuando entró al periódico La Nación en 1951. Dos años después fue nombrado como editor deportivo y desde 1955 hasta 1969 fue comentaristas de los juegos de béisbol.
El 1960 dijo adiós a la prensa deportiva para dirigir La Nación, donde duró doce meses en el cargo. Más adelante dirigió las emisoras Radio Santo Domingo, Radio Caribe y Radio ABC.
En 1966 volvió a los medios impresos entrando a El Caribe como ayudante de su director, Germán Emilio Ornes. Allí se desempeñó además como jefe de redacción y director ejecutivo. Posteriormente pasó a trabajar en el vespertino El Nacional, rotativo que dirigió desde el año 1979 hasta 1988, fecha en la que comenzó a dirigir este diario, donde estuvo hasta el día de su muerte.