En este nuevo año, los invito a que nos propongamos un cambio significativo sobre todo de nuestras actitudes, para estar este 2020 lleno de energía positiva. Siempre los inicios de año son una nueva oportunidad que nos da la vida de plantearnos nuevas metas, nuevos retos, y cambiar eso que realmente no nos gusta. Pero para eso, debemos hacer conciencia de esas “cosas” que no nos permiten crecer y luego de identificarlo, lograr comprometernos con nosotros mismos y trabajar con inteligencia en lo que queremos lograr.
Es preciso recordar que la actitud, es una emoción que elegimos conscientemente o inconscientemente a través de la que interpretamos y redefinimos las cosas que ocurren; y es la herramienta básica con la que escogemos cómo afrontar las situaciones o problemas.
Yo entiendo que para lograr un máximo potencial en nuestras vidas, es necesario que aprendamos a controlar nuestra actitud, para así lograr un mayor rendimiento en nuestra vida laboral, familiar y amorosa. Porque recordemos que las grandes transformaciones solo son posibles con un cambio de actitud, es decir, viendo las cosas de la vida con una perspectiva diferente y empezar a actuar de forma responsable para conseguir nuestras aspiraciones y metas.
Muchas veces esas malas actitudes que arrastramos día a día son consecuencia de acontecimientos o experiencias pasadas. Las causas son en general la baja autoestima, el miedo, el estrés, la ira, el resentimiento y la incapacidad de generar o manejar un cambio. Pero a veces olvidamos que esas malas actitudes nos dañan a nosotros mis mos y a nuestras relaciones con los demás. Si verdaderamente creemos que ha llegado el momento de cambiar de actitud y asumimos que para tener resultados diferentes, debemos hacer las cosas de una manera distinta, empecemos por alimentarnos: Tomando las cosas con humor, Eliminando toda negatividad de nuestras vidas, Tomando esas decisiones claves, Dejando de quejarnos, Centrándonos en el presente, Rodeándonos de personas triunfadoras y positivas, Tratando a los demás como nos gustaría que nos tratasen, y Levantándonos cada día con una nueva motivación. Pero no olvidemos ser conscientes del precio de nuestro cambio.
Si creemos que no podemos hacer ningún cambio efectivo en nuestras circunstancias o relaciones, es posible que nos parezca difícil cambiar nuestra actitud hacia la vida. Mejor tratemos de reconocer nuestro propio papel en hacer que cada situación o relación sea de la forma que es, y si podemos encontrar nuestro propio papel, de seguro podremos trabajar para aceptarlo o cambiarlo.
Hay ciertos estudios que han reflejado que las personas felices no tienen en común un determinado conjunto de circunstancias, sino más bien una forma particular de ver el mundo. Las actitudes positivas provocan una reacción en cadena de pensamientos, eventos y resultados que provocan extraordinarios resultados.
Así que empecemos este año nuevo con una actitud diferente, para que tengamos todos un ¡muy feliz y próspero 2020!