El 7 de febrero de 1962 el presidente Kennedy firmó el Decreto 3447 con el que establecía la política de bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba, iniciándose el proceso de cerco más largo contra país alguno de la historia el cual lleva ya 53 años. La justificación se basó en la confiscación de propiedades norteamericanas efectuadas desde mayo de 1959 con la Ley de Reforma Agraria. Los argumentos han ido cambiando según los acontecimientos mundiales. Después de la crisis de los misiles de octubre de 1962 el tema central era el ser un “satélite” de la Unión Soviética y, consecuentemente, se insertaba en la agenda de seguridad nacional identificando al país como una “nación hostil”.
Evaporada la URSS el debate se centró en el derrocamiento del gobierno cubano. La Ley Helms-Burton de 1996 dice explícitamente que el bloqueo, o embargo, se mantendrá mientras “los Castro” estén en el poder y diseña cómo debe ser el nuevo gobierno. El tema había pasado a ser de agenda electoral interna.
Al decretar las sanciones, Kennedy se había basado en la Ley de Comercio con el Enemigo considerando a Cuba un país “hostil”. Hasta ahora, 9 presidentes han ratificado cada año la inclusión de Cuba en la lista de naciones “hostiles”, aunque es la única en ella, porque – asómbrese – el presidente Bush sacó a Corea del Norte de la misma.
Obama deberá decidir antes de 14 de setiembre si sigue calificando al país con el que acaba de normalizar relaciones, como “hostil”. Las opiniones son encontradas; unos consideran que mantener la situación le concede al presidente facultades para flexibilidades; otros destacan que sacarla de la lista mandaría un mensaje al Congreso y sería coherente con el reclamo presidencial para que el Congreso acabe con el bloqueo. Amnistía Internacional, ONG planetaria que en nada simpatiza con el gobierno cubano, reclama poner fin a esa calificación de Cuba.
Hay quienes consideran que en el Congreso republicano no hay espacio para la eliminación de la referida ley. No obstante, los republicanos están divididos sobre el tema con la dirigencia legislativa y varios precandidatos por un lado, inflexibles, y por otro un creciente número de legisladores. Los representantes republicanos Tom Emmer y Jerry Morán han presentado sendas propuestas para levantar las sanciones. Los senadores están igualmente activos: un Comité Senatorial de mayoría republicana aprobó eliminar restricciones a los viajes para lo cual el republicano Jeff Flake – quien estuvo en la apertura de la Embajada cubana – presentó un proyecto de ley. Otro legislador, Kevin Cramer, presentó otra propuesta para permitir entrar al mercado cubano empresas de telecomunicaciones e Internet. Los también republicanos Justin Amash y Ralph Abraham, entre otros, se manifiestan a favor.
Mientras que Hillary Clinton reclama levantar “de una vez por todas” el embargo. El presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, reitera que no permitirá el debate de eliminación del bloqueo “hasta que el pueblo cubano disfrute de libertades, ni un segundo antes”.