El presidente Danilo Medina designó el 15 de este mes al general PN Juan Gerónimo Brown Pérez nuevo director de AMET, relevando al mayor general PN José Aníbal Sanz Jiminián, que debió destituir cuando se juramentó el 16 de agosto.
Durante la luenga incumbencia de Sanz Jiminián, la situación del tránsito vehicular ha devenido en un auténtico y manicomial caos, conforme es su impronta en APORDOM e Inmigración, signado por la ineficiencia y la ausencia de iniciativas pautadoras.
Desde la jefatura del mayor general ® Ramón Alcides Rodríguez Reyes no visito la PN ni conozco a ningún policía, pero recuerdo que entre sus ejecutorias de gran policía y abogado, trazó la pauta de penalizar la violación del semáforo en rojo, aunque no lo criminalizó, como debe ser, idéntico a transitar en vía contraria.
Sanz Jiminián empezó una cruzada para proteger a los motoristas que usaran el casco protector, pero esa iniciativa plausible fue decreciendo, atribuyéndosele mano suave por efectos políticos conectados con la reelección, que ahora está prohibida.
El general Brown Pérez para que su incumbencia en AMET no derive en un fiasco ciudadano, lo primero que tiene que conseguir con el presidente Medina es actualizar la ley 241 de manera que se criminalice violar el semáforo en rojo y transitar en vía contraria, con prisión de dos años en cada caso, sin apelación y multas de cien mil pesos.
Disponer por vía administrativa prohibir circular vehículos de tracción muscular cuando se oculte el sol, apresando AMET a los violadores y los motoristas que transiten en vía contraria, penalizarlos con multas de RD$5 mil sin apelación, y los menores que conduzcan motores apresar a los padres y multarlos con RD$5 mil. Para empezar es suficiente.