Nuevo ejercicio de pirotecnia

Nuevo ejercicio de pirotecnia

La Secretaría de Salud Pública y el Ayuntamiento del Distrito Nacional acaban de aliarse para vigilar la higiene  en los puestos callejeros de venta y manipulación de alimentos.  Es de obligación que preguntemos en qué estaban ocupadas estas instituciones, antes de este acuerdo, que no daban cumplimiento a un mandato que, sin duda,  debe constar en el Código Sanitario o como se llame. Desde tiempos muy remotos existen inspectores sanitarios que deben velar por la higiene en todos los establecimientos de manipulación y venta, callejera o no, de alimentos preparados. Se estima que unos cinco mil vendedores de alimentos, frutas y otros productos que operan en Santo Domingo estarían por su cuenta antes de este acuerdo.

La manipulación de alimentos y agua sin respetar reglas de higiene es una de las principales causas de enfermedades gastrointestinales en este país. Esto ha sido advertido por las propias autoridades sanitarias en varias ocasiones. Aquí la venta a granel de agua “purificada” se ha convertido en un próspero negocio que las autoridades sanitarias no vigilan. En muchos hogares, por razones de precio, consumen esa agua  sin ninguna garantía de higiene. Si  Salud Pública y el Ayuntamiento del Distrito Nacional han decidido ocuparse, por fin, de estos asuntos, enhorabuena. Más vale tarde que nunca, pero no era necesaria tanta pirotecnia.

Vandalismo irreverente

El vandalismo sigue haciendo de las suyas. Esta vez le tocó al monumento al fenecido líder político José Francisco Peña Gómez, ubicado en la ruta de acceso al Aeropuerto Las Américas. En la madrugada de ayer fue  virtualmente desmantelado por ladrones que cargaron con las piezas de bronce  que formaban parte del mismo. Sería aventurero pensar siquiera en que esta irreverencia obedezca a motivaciones relacionadas con la  política.

La causa de los depredadores de metales no admite respeto para estas cuestiones, ni para otras que sin ser monumentos tienen gran utilidad pública, como es el caso de los cables telefónicos y de alumbrado, partes de puentes, rieles  y tapas de alcantarillas. Siempre hemos insistido en que el mercado de fundición y exportación de metales es pequeño. Siempre es posible saber dónde  localizar piezas robadas, sobre todo si pertenecen a monumentos, como es el caso que nos ocupa.

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