¿Nuevo estatuto financiero?

¿Nuevo estatuto financiero?

La crisis financiera de los Estados Unidos y la solución coyuntural a que está obligando a las autoridades de ese país ha motivado  interrogantes puntuales en las principales economías del mundo. La atención está fijada en el hecho de que los medios de regulación y fiscalización -las normas prudenciales- no detectaron a tiempo el efecto avalancha en las finanzas de grandes bancos de inversión. La Unión Europea ha convocado a una reunión para tratar el asunto, la Organización Mundial del Comercio ha planteado la necesidad de modificar los esquemas del sistema financiero y el Mercosur también se ocupa del tema.

Una buena razón para revisar las normas del sistema financiero es que el desplome empezó por los principales bancos de inversión. Algunos expertos atribuyen este caso a la excesiva especulación con valores en documentos difíciles de convertir a la velocidad que las evoluciones del mercado demandaba esa conversión. Sea esa u otra la causa del descalabro, lo cierto es que el “sistema inmunológico” no detectó a tiempo ni eliminó en sus inicios la “enfermedad” que iba afectando al sistema financiero. La OMC teme que la crisis podría trastornar severamente el comercio global, aunque los mercados emergentes podrían contrarrestar en parte esos efectos. Lo que sí parece urgente e inevitable es un cambio en el estatuto financiero.

Un cofre para el tesoro cultural

En cinco años de existencia, el Centro Cultural Eduardo León Jimenes ha sido uno de los precursores más importantes de la creatividad en materia de artes visuales. Todo lo que ha ocurrido estaba en la visión de Don Eduardo León Asensio, que en 1994 previó la necesidad de crear un lugar para dar cabida a la abundante producción cultural. Los aportes al desarrollo de las artes visuales han sobrepasado las expectativas.

Desde el inicio de los trabajos preparatorios para la construcción de este centro, se empezó a recibir donaciones de producciones de arte visual que fueron engrosando el inventario existente a la fecha. Así, el Centro León se fue convirtiendo en lo que es hoy: una especie de cofre para guardar un tesoro cultural de enorme valor. Más que eso, su existencia ha sido  un indudable incentivo para la producción de obras, pues los autores, de antemano, cuentan con un espacio para su exhibición y cuidadosa conservación.

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