Nuevo estilo de gobierno en Corea del Norte, pero sin ruptura con el pasado

Nuevo estilo de gobierno en Corea del Norte, pero sin ruptura con el pasado

PYONGYANG (AFP) – El número uno norcoreano Kim Jong-Un, quien con menos de 30 años acaba de asumir las funciones supremas, ha inaugurado una nueva manera de gobernar, mostrándose más cercano al público, pero detrás de esta aparente modernidad las orientaciones políticas siguen sin cambios, estiman los analistas.

Dos días después del estruendoso fracaso, para el régimen, del lanzamiento de un cohete, el joven dirigente pronunció el domingo su primer discurso en público con motivo del mayor desfile militar jamás organizado en Corea del Norte.

Heredero de la única dinastía comunista, Kim Jong-Un intenta de esta manera inspirarse en el estilo más caluroso de su abuelo Kim Il-Sung, fundador en 1948 de la República Popular Democrática de Corea.

Su propio padre, Kim Jong-Il, quien gobernó durante 17 años hasta su muerte en diciembre de 2011, cultivaba el misterio en torno a su persona y detestaba hablar en público.

«El joven dirigente tiene aún mucho camino por andar antes de alcanzar el talento oratorio de su abuelo, pero supera ampliamente a su padre, a quien los norcoreanos jamás oyeron hablar en público», estimó Peter M. Beck, especialista en Corea del Norte.

Cheong Seong-Chang, del Instituto Sejon de Corea del Sur, ve también semejanzas, no solo físicas sino también de carácter, entre el héroe nacional de la lucha antijaponesa y su nieto. Jong-Un tiene el mismo corte de pelo y la misma cara redonda que Kim Il-Sung en su juventud.

Además ha adoptado el mismo tipo de chaqueta con cuello de oficial que le gustaba a su abuelo.

«Su primer discurso marca aparentemente el comienzo de una política inspirada en el estilo de Kim Il-Sung, quien explicaba directamente al pueblo las orientaciones políticas y le solicitaba su cooperación», dijo a la AFP.

Yang Moo-Jin, de la Universidad de Estudios norcoreanos de Seúl, juzga al nuevo dirigente «más abierto» que su padre. «Jong-Un es rápido para tomar decisiones y parece menos desconfiado con respecto a los medios de comunicación, probablemente a causa de su edad», declaró a la AFP.

Yang cita como prueba la rapidez con que Corea del Norte reconoció el viernes el fracaso del lanzamiento de su cohete, pese a lo embarazoso que ello pudo haber sido para el régimen. La presencia excepcional de unos 150 periodistas extranjeros invitados con ese motivo tuvo sin duda mucho que ver.

«La confianza que manifiesta significa que el traspaso de poderes ha concluido y que Jong-Un tiene firmemente las riendas. Intenta también demostrarle al mundo que el régimen es estable», añade el experto.

Choi Jin-Wook, analista en el Instituto de Corea para la Unificación nacional, piensa que es aún demasiado pronto para decir si Kim Jong-Un dirige realmente el país.

«Pronunció un discurso de dirigente –falta saber si en realidad es un dirigente de fachada o un verdadero líder», escribe el lunes en el diario de Seúl, Korea Times. Pero el cambio de estilo no significa sin embargo una ruptura con la política aplicada en los últimos años.

«Kim Jong-Un parece querer mantener la diplomacia de su padre, quien practicó una política al borde del abismo, resistiendo a las presiones internacionales con actos fuertes como ensayos de misiles y de bombas nucleares», señaló Yang Moo-Jin. Teme que Pyongyang aplique la misma receta si la presión internacional se intensifica o si la ONU adopta una resolución vinculante.

Choi Jin-Wook también observó por su parte una continuidad en el discurso del domingo ampliamente consagrado al desarrollo de las fuerzas armadas.

«La insistencia en la obra de Kim Jong-Il y la política de Songun (el ejército ante todo) es muy importante para el régimen y el sistema», dijo.

Para Peter Beck, las declaraciones del dirigente norcoreano demuestran que «no tiene intenciones en renunciar a dotar a Corea del Norte de la capacidad nuclear».

El analista teme que después del fracaso del lanzamiento espacial «aumenten las probabilidades de que Pyongyang proceda a un ensayo nuclear, que corre el riesgo de desembocar en una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU».

 

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